Vamos a ver qué dice la ciencia sobre las relaciones sentimentales y matrimoniales, lo cual es un tema importante teniendo en cuenta el desgaste anímico que nos puede producir una ruptura o desengaño.
Aunque la gente de hoy día deberá prepararse para tener relaciones más inestables (las estadísticas son muy desfavorables en este aspecto), lo cierto es que la ciencia sigue diciendo que casarte es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo, y así lo confirmaban en un estudio publicado por el New York Times, el cual sugería que las personas casadas eran más felices y estaban más satisfechos con su vida que aquellas otras que prefieren la soltería a partir de los 40.
Pero hay algunos hechos científicos que a través de diferentes estudios nos pueden dar algunas pistas de cuándo estamos aumentando la probabilidad de meter la pata, los cuales tiene mucho sentido, aunque como es evidente, siempre habrá excepciones.
Ya advierto que éste no es un artículo demasiado romántico.
Ya advierto que éste no es un artículo demasiado romántico.
1. A partir de los 23, los matrimonios duran más.
Las personas que se precipitan al casarse en una edad por debajo de los 23 años, tienen una tasa de divorcio por encima del 60%, mientras que las personas que esperan hasta después de los 23, contaron con una tasa de divorcio en torno al 30%.
Ver El camino hacia el desamor y la ruptura
La explicación no es otra que la falta de madurez a la hora de elegir una pareja, pues está claro que a los 18 años te pueden gustar ese tipo de personas que a los 25 no querrías ver ni en pintura. No obstante, en la actualidad, la tasa de divorcios independientemente de la edad, ya es alarmante.
Estudio elaborado por la Universidad de Pennsylvania
La explicación no es otra que la falta de madurez a la hora de elegir una pareja, pues está claro que a los 18 años te pueden gustar ese tipo de personas que a los 25 no querrías ver ni en pintura. No obstante, en la actualidad, la tasa de divorcios independientemente de la edad, ya es alarmante.
Estudio elaborado por la Universidad de Pennsylvania
2. La fase de enamorado dura alrededor de únicamente un año.
Eso de hacer apasionadamente el amor en la cocina, en el pasillo, en la ducha, esos altos niveles de pasión, atracción y éxtasis, así como la idealización de nuestra pareja, dura aproximadamente un año. Después todo vuelve a la calma y más vale que existan otros motivos además de la atracción física, pues en la convivencia del día a día, esta atracción desaparece.
De hecho, leí hace tiempo en algún sitio que tenemos una molécula que segrega la sustancia del amor, y esta molécula deja de segregar dicha sustancia en un par de años. Creo que se le llamaba la adaptación, en la que intervenían la adaptación de olores y química entre ambos (al menos lo que se refiere a la química sexual)
3. Con el tiempo ves la realidad de la persona.
Aquellas pequeñas manías que en sus días atrajeron a tu pareja y que le parecían encantadoras, después se convierten en simplemente manías y costumbres en muchos casos difíciles de soportar (si no hay algunas cosas más).
Y no importa que estés casado con una estrella del pop, pues con la convivencia, bajarás del altar a esa persona a medida que la conoces. No todos seremos capaces de ser esa persona misteriosa eternamente, ya que con el tiempo en muchos casos las personas descubren nuevas cosas que te hacen diferente a lo que esa otra persona pensaba que eras. Diferencia de ideas, ideales e intereses también irán apareciendo cuando esa molécula deja de segregar "la venda para los ojos" que el enamoramiento nos pone y hace que veamos únicamente lo bueno de las personas.
4. Podemos ser compatibles e incompatibles en muchos niveles.
El psicólogo canadiense Eric Berne introdujo el modelo de 3 niveles para la compresión de la identidad de una persona. Digamos que todos nosotros, según Berne, tenemos 3 niveles del "yo".
1. El YO padre - lo que te han enseñado.
2. El YO niño - lo que has vivido y sentido.
3. El YO adulto - lo que has aprendido.
Y son estos mismos tres niveles los que encontraremos en nuestra pareja. La pregunta sería: ¿son compatibles en la pareja?
El YO padre: ¿tenéis valores y creencias similares sobre el mundo?
El YO niño: ¿Os divertís juntos? ¿sois espontáneos?
El YO adulto: ¿Pensáis el uno del otro que sois brillantes?, ¿sois buenos en la solución de problemas juntos?
No obstante, este psicólogo recordaba que en ocasiones no tenemos por qué ser similares entre niveles, sino compatibles en los aportes. Me explico, uno puede aportar lo que al otro le falta en el nivel adecuado. Es decir, el hecho de que uno sea muy maduro y su pareja más niña, puede hacerlos perfectamente compatibles, ya que pueden generar esa chispa que entre dos personas demasiado maduras y serias podría acabar en aburrimiento.
5. Los matrimonios más felices lo son porque son excelentes amigos.
Un estudio encontró que los matrimonios más duraderos y felices suelen ser aquellos en los que son conscientes de la importancia de la amistad en una pareja. Es decir, que tu pareja sea un buen amigo, algo necesario cuando desaparece esa pasión de los primeros años. Si en tu pareja encuentras, además de un padre, un amante y un marido, a un buen amigo, serás más feliz en pareja.
6. Matrimonios con edades similares duran más.
Otra investigación era tajante en este aspecto. Decía que una diferencia de edades de únicamente 2 años, aumentaba la posibilidad de divorcio en un 3%. Si la diferencia de edad es de 5 años, las probabilidades de separarse aumentaban en un 18%. Una diferencia de más de 10 años de edad, provocaba un aumento de un 39%.
Está claro que esta parte tiene su más que lógica explicación, tanto por gustos como a la hora de envejecer a distintos niveles.
Supongo que tener en cuenta estos puntos, no significa que encontrarás seguro el amor de tu vida, pero el poder de las estadísticas pondría la balanza a tu favor.
Fuente: http://bit.ly/3uUFAAR
Me case después de los 23, pero le llevo unos añitos a mi esposa. Somos amigos y compartimos todo. Nos casamos antes del año.
ResponderEliminarVeremos. La idea es que dure para siempre :D
Saludos
Manuel, como bien sabes, la estadística se refiere a los grandes números, no funciona bien con cada individuo (o pareja, en tu caso). Cada pareja es un mundo.
EliminarSaludos
Yo también me casé con 23, como Manuel.
ResponderEliminarMi mujer y yo fuimos amigos antes que pareja. De momento nos va bien. No me puedo quejar visto el panorama general. Llevamos en ello bastante más de 30 años. La clave está en ir adaptándose al paso del tiempo y a los cambios. Respetarse. No renunciar ninguno a sus espacios personales. Compartir el resto de cosas y que el sexo funcione (la frecuencia siempre acorde con la edad y las necesidades).
Un saludo.
Así es, Cayetano, tal como están las cosas, no os podéis quejar. La fórmula mágica para que funcione (o para que falle) se tiene que fabricar entre dos. Bueno, en algunos casos, entre tres o mas ;-)
EliminarUn saludo
Me casé a los 24 años y fui muy feliz durante 35 años
ResponderEliminarA los 33 me puse de novio y al año me casé. Tenemos 2 hijos hermosos, ambos trabajamos tenemos casa propia. No debemos ni debe nada a nadie. Hoy después de 15 años le agarro una crisis y quiere divorciarse.
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