¿Por qué la gente se escaquea en el trabajo? ¿Cómo hacen para fingir que trabajan y sin embargo, no hacer nada productivo para su trabajo?
El año pasado se reveló que 20 trabajadores de una gran empresa minera sueca se habían estado escaqueando por turnos en el trabajo. Este plan lo habían estado haciendo desde hace varios años, supuestamente costando a la compañía varios millones de euros. ¿Cómo es posible hacer esto?
En su nuevo libro "Empty labor" (Cambridge University Press), el sociólogo Roland Paulsen da a conocer los secretos de la falta de pruductividad basados en entrevistas con cuarenta empleados que pasaron más de la mitad de sus horas de trabajo realizando actividades privadas.
Cómo hacen algunos para cobrar y no trabajar |
"Un detalle curioso en la anterior historia de la minería y en otros casos de sinvergüenzas es que el negocio funcionaba bien", dice Paulsen. "Estos trabajadores eran los responsables del agua, luz y ventilación en las minas e hicieron bien su trabajo. No fue hasta que alguien comparó dos sistemas diferentes de registro y vio que los números no cuadraban cuando lo dio a conocer a los gerentes. Esto plantea muchas preguntas: ¿cuál es el problema de escaquearse, siempre y cuando el trabajo se haga? "
Paulsen fue capaz de analizar datos cuantitativos y cualitativos en materia de trabajo vacío e improductivo, que él define como actividades privadas durante las horas de trabajo.
En su estudio, analiza los diferentes tipos de trabajo vacíos y las estrategias para retirarse de trabajo. Pero su atención se centra en por qué los empleados optan por evitar el trabajo.
"A menudo se supone que el trabajo llena nuestras vidas con sentido y propósito, pero el lugar de trabajo también puede ser un espacio para la frustración, la impotencia y la resistencia. Las encuestas internacionales muestran que los empleados pasan una media de dos horas al día en actividades privadas en el trabajo. Quería ver lo que atrajo a los empleados a las formas más radicales de tocarse la barriga".
Resultó que los motivos variaban mucho entre los entrevistados. Algunos eran por razones puramente egoístas, porque sentían que el trabajo, o ciertas asignaciones de trabajo, no se referían a ellos o no tenían sentido. Otros lo hicieron como una venganza contra la empresa o el jefe, y algunos otros tenían razones más ideológicas como sentir que no quieren contribuir a una sociedad que los explota.
Un resultado aun más sorprendente es que el trabajo vacío puede tener lugar en contra de las intenciones del empleado individual. Según Paulsen, una condición importante para largas horas de trabajo vacío es que se sigue siendo difícil para los que lo observan el ver en qué consiste el trabajo. Con esa ventaja de este conocimiento el empleado puede crear fácilmente un espacio de trabajo vacío, pero este espacio también puede surgir en formas menos obvias.
"En el principio, si descubres que uno tienes que hacer mucho en un nuevo trabajo, puede ser bastante agradable. Pero con el tiempo, si no haces algo muy creativo durante esas horas de trabajo vacías, el aburrimiento puede ponerse en contra tuya. A veces incluso se podría hablar de un tipo del "síndrome del quemado", que es un diagnóstico que designa un aburrimiento extremo. En ese punto, puede ser bastante difícil de exigir nuevas tareas de trabajo. Porque cuando se hace, entonces vas a revelar lo poco que has hecho hasta ahora. Y así, cuanto más tiempo dura el trabajo vacío, más difícil se hace el salir de esa situación".
Un ejemplo bien conocido es el de un funcionario alemán en Menden quien recientemente escribió un mensaje de despedida a sus colegas en su día de su jubilación diciendo que él no había hecho nada en el trabajo desde 1998. Explicó que su departamento había crecido cada vez más, mientras que la cantidad de trabajo seguía siendo la misma. Este fue también algo que confirmaron los entrevistados por Paulsen. A veces, puedes quedar atrapado en una situación en la que tu principal tarea consiste en fingir que estás trabajando, en lugar de hacerlo realmente. Porque comunicar la falta de trabajo siempre implica un riesgo.
En su libro, Paulsen describe un empleado de banco que, en uno de sus proyectos, sólo trabajó durante quince minutos al día. Finalmente, informó a su jefe sobre su situación y la reacción fue cortar el trabajo a la mitad.
"Tendemos a atribuir al lugar de trabajo una racionalidad que no tiene. Es cierto que a muchos, a menudo a los que se les paga menos, experimentan la intensificación del trabajo. Pero esa no es la realidad para todos. Lo que también vemos es una presión creciente sobre el que aparece como productivo y entusiasta en vez de serlo realmente".
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Bueno, a eso aspiramos todos. Mi situación ahora es esa: cobro por no trabajar. Jejeje. Quien no conozca mi situación pensará algo raro.
ResponderEliminarA decir verdad, en tiempos remotos y juveniles, cuando iniciaba mi vida laboral, allá por el Pleistoceno, me ocurrió alguna vez lo contrario: trabajar y no cobrar por ello. O cobrar menos de lo que debía.
Un saludo.
Entonces, has compensado unos tiempos con otros. Además, conviene no olvidar todo lo que has cotizado
EliminarUn saludo
:D En estos días un paciente me comentó que el nunca había trabajado en su vida. Fue funcionario... :D
ResponderEliminarSaludos
Sin embargo, conozco a otros que si que trabajan. Tal vez hacen su trabajo y el de los que se escaquean.
EliminarSaludos