Simplificar la vida hará que tus problemas se resuelvan más rápido o tal vez que no lleguen a aparecer. Simplificar la vida es más fácil de lo que crees
Decía Leonardo Da Vinci que simplificar la vida es la sofisticación definitiva.
Simplificar la vida (y mejorarla sensiblemente) |
No sé si será tu caso, pero puedo contarte que para mí todo es mucho más complicado. Las maquinas que iban a simplificarnos la vida han logrado complicarlas cada vez más. Mira el salón de tu casa, tienes un montón de mandos a distancia, teléfonos. Todo pita, todo reclama tu atención, el whatsapp, alarmas, recordatorios, etc. Ves a las personas en modo multitarea, dispersas, andando y mirando el teléfono, haciendo varias cosas a la vez, ocupadas en todo y resolviendo casi nada.
Acumulamos cosas y más cosas de forma que no sabemos ni lo que tenemos, ni donde lo tenemos. Simplemente, el espacio disponible en las casas para las personas tiende a ser más escaso al estar ocupado por trastos inservibles. Nos complicamos la existencia en relaciones con personas complicadas que nada aportan a nuestra vida y nos preocupamos por el “qué dirán” personas a las que nada le importamos (en el mejor de los casos).
Acumulamos cosas y más cosas de forma que no sabemos ni lo que tenemos, ni donde lo tenemos. Simplemente, el espacio disponible en las casas para las personas tiende a ser más escaso al estar ocupado por trastos inservibles. Nos complicamos la existencia en relaciones con personas complicadas que nada aportan a nuestra vida y nos preocupamos por el “qué dirán” personas a las que nada le importamos (en el mejor de los casos).
Cada vez hay más organismos nacionales, provinciales, regionales, locales, europeos, mundiales… y cada uno vive de alimentarse a sí mismo, de forma que simplificar la vida parece ser una utopía cada vez más lejana. Realizar cualquier trámite en cualquier organismo es cada vez más parecido a la carga de Don Quijote contra los molinos de viento. La letra pequeña en cualquier documento se nos come como una plaga de hormigas en marabunta. Donde antes había una ley sencilla y clara, ahora hay una maraña de leyes, instrucciones, reglamentos y demás reglas absurdas que solo logran confundirte y enredarme. Donde antes existía una solo jerarquía, ahora hay un laberinto de autoridades y dependencias que se entrechocan y obstaculizan de forma que siempre te pillan en medio.
Simplificar la sociedad no es algo a tu alcance, pero sí que es tu responsabilidad el hacerlo contigo mismo. Se vive mucho mejor una vez que has logrado simplificar la vida, tu vida.
Te puedo contar que desde que he simplificado mi vida de forma radical disfruto mucho más de mi vida. Como trastos viejos e inútiles en mi mente he tirado la política, las religiones, las ideologías, los espectáculos de masas, la telebasura, la opinión del rebaño, lo políticamente correcto, las ideas preconcebidas y bastantes cosas más. He abierto las ventanas en mi cabeza y ahora se ha renovado el aire estancado durante años. He identificado pensamientos redundantes y repetitivos que han ido a hacer puñetas, y en eso sigo. Ahora, simplificada mi mente y mi vida, la sensación de ligereza es indescriptible. Mucho mejor, a donde va a parar.
Para que te hagas una idea, nuestra mente es una habitación. Poco a poco la vamos llenando de muebles, objetos, etc. Unos los ponemos nosotros, otros nos los meten sin nuestro permiso. Cuando te quieres dar cuenta, esta habitación está abarrotada y casi no puedes andar por ella, no puedes moverte. Solo dejando lo esencial y desprendiéndote de lo que te estorba puedes volver a sentirte libre. Por supuesto, lo que te he contado para tu mente vale para tu casa, de forma literal.
Simplificar la vida te hará mucho más libre y feliz. ¿Te atreverás?
Definitivamente las cosas simples son mejores. Nada de complicarse. Decía un personaje de telenovela en Venezuela: Como vaya viniendo, vamos viendo.
ResponderEliminarSaludos
Y como dice un conocido mio, el botijo es el mejor invento por su simplicidad.
EliminarSaludos