¿Tenemos derecho a la experimentación animal? ¿Son los animales esenciales y/o útiles para el progreso de la medicina? ¿Los animales están sufriendo?
El debate es recurrente y a veces muy violento: el uso de modelos animales en la investigación biológica y médica plantea muchas preguntas en la sociedad. Asimismo, los involucrados en esta investigación con la experimentación animal también se lo preguntan.
Claude Bernard y sus alumnos |
Si existen otros llamados métodos alternativos, ¿por qué seguir recurriendo a la experimentación animal? Las principales cuestiones que surgen al respecto son las siguientes:
- ¿Tienen los seres humanos el derecho a utilizar animales en la investigación?
- ¿Son los animales esenciales y / o útiles para el progreso de la medicina?
- ¿Los animales están sufriendo?
El desarrollo de la práctica de la utilización de animales en la investigación biomédica empezó en el siglo XIX por Claude Bernard, médico y fisiólogo, defensor del método experimental. En la "Introducción al estudio de la medicina experimental" publicada en 1865, escribió:
“Solo podemos llegar a conocer las leyes y propiedades de la materia viva rompiendo los organismos vivos para ingresar a su entorno interior. Por tanto, es necesario, después de haber diseccionado sobre los muertos, experimentar con los vivos, para descubrir y ver en funcionamiento las partes internas u ocultas del organismo; es a este tipo de operaciones a las que damos el nombre de vivisecciones, y sin este modo de investigación no es posible la fisiología ni la medicina científica."
Afirmó así la necesidad de experimentar con animales vivos. No obstante, se planteó la cuestión del derecho a hacerlo:
"¿Tenemos derecho a hacer experimentos y vivisecciones en animales? En cuanto a mí, creo que tenemos este derecho de una manera total y absoluta […] es esencialmente moral realizar experimentos en un animal, aunque sea doloroso para él, tanto como puedan ser útiles para el hombre." Para él, lo que no sería moral, sería no buscar mejorar la medicina de los hombres sea cual sea el precio a pagar por los animales.
"Seres sensibles"
El contexto actual es muy diferente al de Claude Bernard y las relaciones entre nuestra especie y otros animales no son comparables. Algunos elementos recientes dan testimonio de este desarrollo. En junio de 2017, la Unión Europea lanzó una plataforma sobre bienestar animal.
En tiempos recientes, se ha escuchado la voz de quienes se oponen a la experimentación animal con fines de investigación. Sus motivaciones son diversas. La primera de ellos es filosófica: debe prohibirse cualquier uso de animales por parte de los seres humanos, ya sea como alimento, ropa o para la investigación científica. De hecho, la especie humana es una especie entre otras y no tiene derecho a disponer de animales para sus necesidades. El desarrollo del movimiento vegano es la expresión más acentuada de esta filosofía.
Otro tipo de motivación es la afirmación de que es imposible trasponer hechos biológicos de animales a humanos. Según algunos científicos, la experimentación animal es la prehistoria de la ciencia. Usar animales como modelos biológicos de humanos es una tontería. Una especie no puede predecir el efecto de una sustancia o droga en otra especie: es una ley de la biología. Por ejemplo, el chimpancé, cuyo genoma tiene un 98,5% de homología con el de los humanos, es insensible al virus del SIDA.
Aparte de estas posiciones radicales, tanto si defienden a toda costa la experimentación animal como si la rechazan por completo, siguen surgiendo interrogantes, tanto del público como de los investigadores.
En Novosibirsk, un monumento a los roedores de laboratorio |
Malentendidos en ambos lados
Todo este asunto muestra cómo existe un malentendido entre los oponentes de la experimentación animal y la comunidad de investigadores. Sin duda, es simplista pensar que existen por un lado argumentos subjetivos basados en la voluntad de proteger a los animales y por otro lado argumentos científicos basados en la voluntad de progresar en biología y biomedicina.
Muchos argumentos científicos muestran que detener la experimentación con animales conduciría al empobrecimiento de la investigación en biología y medicina. Muchos de los premios Nobel en estos campos se otorgaron por descubrimientos para los que el uso de modelos animales había proporcionado elementos decisivos, incluso para los premios más recientes.
Además, es difícil imaginar cómo, sin recurrir a animales vivos, mediante métodos in vitro o modelos matemáticos, podríamos estudiar los sistemas muy complejos involucrados en muchas funciones fisiológicas y en muchas patologías. Podemos citar investigaciones sobre enfermedades neurodegenerativas, el estudio de los procesos tumorales, los roles e interrelaciones de la microbiota intestinal… Hay muchos ejemplos. También cabe destacar que en todas estas áreas de investigación, algunas pruebas se realizan con animales, pero otras utilizan métodos alternativos.
La cuestión de la transposición de los resultados científicos de una especie animal a otra debería ser siempre motivo de preocupación. Los veterinarios son muy conscientes de que las enfermedades de los animales con los que tratan o sus reacciones a los tratamientos pueden diferir de una especie a otra. Sin embargo, existen muchas similitudes y el conocimiento de los genomas muestra la proximidad entre ciertas especies animales y la especie humana.
Seguimiento de la experimentación animal
Concretamente, ¿cómo funciona un experimento con animales? El proyecto debe ser autorizado por el ministerio encargado de la investigación previo dictamen favorable de un comité de ética que asegure que el objetivo científico y los métodos elegidos son válidos, que no existen o no hay métodos alternativos que permitan el no utilizar animales vivos y que se tomen todas las medidas para limitar el sufrimiento de los animales.
Durante el proceso, además de la propia responsabilidad de los investigadores interesados, todo el personal técnico participa en el seguimiento de los animales con el fin de garantizar que sus condiciones de vida sean las mejores posibles. Además, en cada establecimiento se designan a una o más personas como responsables del bienestar de los animales. Todas estas medidas son fundamentales para que el respeto debido a los animales de laboratorio sea real, pero también contribuyen a la calidad de las pruebas y mejoran la aceptabilidad de los procedimientos por todo el personal en contacto con los animales.
En conclusión, la elección no es entre modelos animales o métodos alternativos, sino en complementariedad asumiendo que el uso de animales solo se hará cuando no exista otra posibilidad. Para los investigadores y el personal involucrado, la investigación con animales es una fuente de preguntas y, a veces, de sufrimiento. Si bien parece imposible prescindir de los modelos animales a corto y medio plazo, el respeto por los animales debe, más allá de la aplicación de la normativa, estar en el centro de las consideraciones éticas.
A veces no hay otro remedio; pero una cosa es procurar evitar el sufrimiento de los animales que precisemos para investigaciones o para alimentarnos y otra muy distinta es divertirnos con el sacrificio o el maltrato animal. Son dos niveles muy diferentes.
ResponderEliminarUn saludo.
Un caso muy curioso son las ratas: nos han transmitido muchas enfermedades y como cobayas, nos han salvado de otras. A día de hoy, no nos queda otra que seguir experimentando. Coincido en condenar el maltrato innecesario.
EliminarSaludos.
En el siglo 21 los humanos han de gestionar lo ya ganado y parar cualquer tipo de violencia y punto. No se conforman? Entonces nada. Al carajo la humanidad; no pot que yo lo diga si no por tener tanto conocimiento envuelto en la violencia, pues, va a stallar.
ResponderEliminarPor desgracia, existen situaciones donde no queda más remedio que la experimentación con animales, pero creo que debería ser en casos muy puntuales y, en la medida de lo posible, minimizar el sufrimiento del animal. Son seres sensibles, como nosotros, y debemos concienciar a la gente para que se les respete como se merecen. Por supuesto, estoy totalmente en contra de cualquier forma de maltrato animal como es el caso de la tauromaquia.
ResponderEliminarTodos! Deben ser responsables de su bienestar... el comite encargado, comité de ética. Hay que ponerse en su pellejo. ¿Como no van a sufrir? Son tan sencibles y más que nosotros...Su dolor es tan sublime como el de nosotros..
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