En 1950, durante una pausa en su almuerzo en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, cuatro físicos discutían la falta de evidencia sobre vida inteligente extraterrestre. Mientras masticaba su sándwich, Enrico Fermi lanzó una pregunta que desde entonces ha desconcertado al mundo entero: ¿Dónde está todo el mundo? Hoy, mientras veía un video de hormigas guerreras realizando hazañas impresionantes como construir puentes para atacar nidos de avispas, o marchar en columnas perfectamente organizadas, con exploradores avanzando, trenes logísticos y fortificaciones improvisadas al caer la noche, algo me inquietó profundamente. Estas hormigas, en su feroz determinación, arrasan todo a su paso, dominando ecosistemas desde las llanuras de África hasta las junglas de América del Sur durante millones de años. ¿Qué pasa si algo similar ocurre en el universo? Imagina por un momento que en algún rincón de la vastedad del cosmos haya una especie de hormigas guerreras inteligentes, de tamaño humano...