Érase una vez un rey cruel y malvado que quería casar a su única hija, una princesa de una belleza deslumbrante, con el hombre más valiente del reino.
Para encontrar a este hombre, organizó una gran fiesta en el palacio real y anunció que ofrecería la mano de su hija a cualquiera que se atreviera a acercarse para proponerle matrimonio.
Sin embargo, el rey tenía un plan siniestro. Declaró frente a todos los invitados que cualquiera que se acercara a proponerle matrimonio a la princesa sería asesinado de inmediato. La sala quedó atónita y todos los jóvenes presentes temblaron de miedo. Pero en el fondo de la sala, un valiente joven, aunque asustado, se levantó y caminó resueltamente hacia el trono.
El rey sonrió sombríamente y saludó a sus guardias. El joven fue llevado a una habitación contigua donde, sin que todos lo supieran, el rey había escondido una cabra con la boca cerrada para evitar que hiciera ruido. El rey fingió matar al joven y usó un cuchillo ensangrentado para regresar frente a los invitados, engañándolos para que creyeran que efectivamente había matado al pretendiente.
Pero para sorpresa de todos, el rey anunció que el joven había demostrado un coraje excepcional y que merecía vivir. Lo llevó de vuelta ante la asamblea, sano y salvo, y proclamó que había ganado la mano de la princesa.
✍️La moraleja de la historia es que el verdadero coraje puede triunfar sobre los planes más crueles y las pruebas más aterradoras. El joven se atrevió a ponerse de pie ante el peligro, y su valentía fue recompensada más allá de sus expectativas. En la vida, a veces hay que arriesgarse y enfrentarse a los miedos para conseguir lo que más se desea. Es a través del coraje y la determinación que uno puede superar los obstáculos y alcanzar sus sueños.
Sueña pero no 🧠 duermas
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