Se ha venido poniendo mucho énfasis en el liderazgo de los directivos, sin que ello parezca haber nutrido la deseada calidad directiva en nuestro país; quizá haya contribuido más a los resultados de las consultoras y escuelas de negocios, o a la venta de libros.
Liderazgo y manipulación |
Puede que sea el seguidismo de los profesionales técnicos lo que se haya nutrido; acaso el liderazgo se haya ido aproximando a la manipulación.
Lo apuntan algunos expertos en Management: se nos viene mostrando una frágil frontera —a thin line, como dice Geoff Webb— entre el liderazgo sobre los colaboradores y la manipulación de estos, a veces maliciosa. En nuestro país hay expertos que relacionan íntimamente ambos conceptos —liderazgo y manipulación—, y otros que se empeñan en distinguirlos con claridad. Resulta revelador: en el debate abierto, hay expertos que ven a Hitler como líder, mientras hay otros que le niegan esa condición y la reducen a mero “alborotador”.
Parece desde luego aceptarse que, al elegir un líder en cualquier ámbito, ya venimos pidiéndole que piense por nosotros en cierta medida; pero, claro, no le pedimos que piense contra nosotros, no le pedimos que nos manipule. En la empresa no siempre puede hablarse de líderes elegidos, por muchos cursos de liderazgo que hayan seguido; pero el hecho es que se habla del liderazgo de los directivos, y a menudo se funden-confunden sus significados de posición y relación.
Al reflexionar sobre el liderazgo y la manipulación, surge...
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