Cómo trabajar la gratitud para ser más felices
Prometo estarte agradecido |
Cuando el rockero madrileño Rosendo Mercado cantaba aquello de “prometo estarte agradecido” quizás no sabía que la gratitud, el “sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”, tal como lo define el diccionario, no sólo es beneficioso para el que lo recibe, también para el que lo genera. Tal como han atestiguado numerosos estudios al respecto, la gratitud es el aspecto de nuestro carácter más fuertemente asociado a la satisfacción vital y todas las cosas buenas que se derivan de ella.
La gratitud tiene la peculiaridad de que funciona en dos direcciones, para el que la da y para el que la recibe, y sirve como un mecanismo de integración social, creando lazos afectivos que son fundamentales en nuestro día a día. Además, es algo común a todas las edades. Un estudio de Jeffrey Froh, Giacomo Bono, y Robert Emmons (publicado en la revista Motivation and Emotion en 2010), mostró que la gratitud es fundamental en una época de la vida donde parece que brilla por su ausencia: la adolescencia. Al contrario de lo que muchos piensan, para los adolescentes la gratitud es un sentimiento fundamental. Los investigadores realizaron una serie de pruebas a 700 estudiantes de secundaria, en las que se medía su gratitud, su satisfacción vital y su integración social. Los resultados fueron muy claros: la gratitud va de la mano de la satisfacción e integración en la comunidad, tal como mostraban anteriores estudios.
La gratitud ayuda a dormir mejor
Prometo estarte agradecido |
Los sentimientos de gratitud no sólo tienen un importante efecto sobre nuestras relaciones y nuestro día a día, también son un importante condicionante del descanso nocturno, tal como ha demostrado un reciente estudio publicado en la revista Applied Psychology: Health and Well-Being. Según la investigación, liderada por el psicólogo Nacy Digdon, escribir un diario de gratitud durante 15 minutos al día todas las noches –en el que se debe anotar todo lo bueno que ha ocurrido ese día– puede ayudar a la gente a preocuparse por menos asuntos en la cama y dormir más y mejor.
No es muy difícil entender por qué la gratitud tiene este efecto: ser agradecido hace que estemos al tanto de todas las cosas buenas que nos pasan a diario. Ser conscientes de esto nos hace ser más positivos. Teniendo en cuenta que la principal causa del insomnio es la ansiedad, provocada por las preocupaciones diarias, el estrés, y el “darle vueltas a todo”, no es de extrañar que mostrar gratitud nos ayude a construir nuestra paz interior, lo que nos permite dormir más plácidamente.
Digdon no es el único que ha estudiado la intensa relación que parece existir entre gratitud y descanso nocturno. En 2009, un equipo de la Universidad de Manchester invitó a 400 adultos de todas las edades –el 40% de ellos con trastornos del sueño– a completar unos cuestionarios en los que se les preguntaba por su gratitud, su sueño y lo que pensaban antes de dormir. La gratitud aparecía relacionada con el hecho de tener más pensamientos positivos, y menos negativos, al irse a la cama. En definitiva, estar agradecido les ayudaba a dormir mejor, en la medida en que se acostaban más tranquilos y menos preocupados. Si se cultiva la gratitud a lo largo del día es más probable que los pensamientos positivos sean mayoría en el momento de irse a la cama.
Consejos para trabajar la gratitud
Prometo estarte agradecido |
Como dice el refrán, “es de bien nacidos ser agradecidos”, pero la gratitud, como todo en esta vida, se puede trabajar, para que esté presente en nuestro día a día. La periodista y psicóloga, Linda Wasmer Andrews, publicó recientemente en su blog de Psychology Today una serie de herramientas, que son de utilidad para aquellas personas que quieran ser más agradecidas (y ya de paso, dormir mejor).
•Una vez al día: Todas las noches anota entre tres y cinco cosas que te hayan pasado en el día por las que puedas estar agradecido.
•Una vez a la semana: No está de más dar las gracias cuando alguien haga algo por ti, pero de vez en cuando es mejor ir más allá. Reserva un tiempo a la semana para decirle a alguien lo mucho que ha significado su apoyo o favor en un determinado momento.
•Una vez al mes: Escribe una carta agradeciendo a alguien lo que ha hecho por ti a lo largo de tú vida, y lo mucho que ha significado su generosidad. Mandar la carta por e-mail o correo está bien, pero siempre será más emotivo si se entrega en mano.
Fuente:
Ufff, pues mi ser natural me hace vivir agradecida a todo y todos, hasta en su faceta más negativa. Debe ser a que de pequeña me machacamartillearon ese antiguo dicho de que "no hay mal que por bien no venga". Hasta agradecida a la muerte por el descanso maravilloso que implica cuando uno ya se siente cansado de vivir. Bs.
ResponderEliminaremejota, los dioses nos envidian por que somos mortales
EliminarSaludos
En efecto, la gratitud, como la buena educación, no valen dinero y nos ayudan a ser mejores como personas.
ResponderEliminarUn saludo.
Y aun no valiendo nada, como el ser cortés y educado, la gente suele ser tacaña en su uso.
EliminarSaludos, Cayetano