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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Tomarse la vida con humor


¿Cuánto hace que no se ríe? Un adulto medio se ríe unas 15 veces al día y eso en su mejor momento, pero basta con subirse en el metro de una gran ciudad en hora punta para entender qué esta cifra puede pecar de excesivamente optimista.


Es verdad que a veces no hay motivos, que a veces las cosas que nos pasan dejan muy poco espacio para la risa, pero ¿acaso tenemos algo que perder si nos reímos un poco más?

El hombre siempre conserva el suficiente sentido del humor como para reír de los males que no puede evitar. Goethe 

Tomarse la vida con humor
Tomarse la vida con humor
Probablemente los problemas no se irían, ni tendrían porqué cambiar las cosas que no nos gustan, pero podríamos sentirnos mucho mejor mientras vamos haciendo todo aquello que esté en nuestra mano para que cambien. Si hace mucho que no se ríe es probable que usted haya perdido el sano hábito de reírse  de tomarse la vida con humor, pero tranquilo, volver a reír es fácil y ante todo divertido.

La risa es la causante de una cantidad importante de efectos positivos. Cuando nos reimos nuestro cerebro produce una serie de sustancias estrechamente relacionadas con el bienestar y que funcionan como protectoras ante los efectos negativos del estrés. Por si esto fuera poco, sabemos que la risa nos hace más resistentes al dolor, es decir, nos permite soportar el dolor con mayor eficacia, interesante ¿verdad?. Pues eso no es todo. La risa comparte algunos mecanismos neurales con el orgasmo, es decir que cuando nos reímos podemos... ¡no!, no es que podamos tener un orgasmo solo por reírnos  sencillamente podemos llegar a experimentar una intensa y agradable sensación de placer, que no está nada mal.

La risa aparece cuando algo nos sorprende. Si todo ocurre tal y como esperábamos es poco probable que nos haga reír. La clave del humor es la sorpresa, la incongruencia y la ocurrencia de lo inesperado. El humor aparece cuando algo en nuestro entorno o en nosotros mismos, que pensamos o esperamos que fuera de una determinada manera, se nos presenta de otra forma inesperada, deformado o de manera absurda. Por eso podemos reirnos de casi todo, aunque no todo tenga la misma gracia. Por tanto, para reirnos necesitamos estar dispuestos a romper nuestros propios esquemas y a permitir que los demás nos los rompan.

Si reír es tan bueno, y hacer reír no parece dificil, ¿porqué nos reímos tan poco?. Existen algunas características personales que podrían llegar a convertirse en auténticos enemigos de la risa. La primera es esa combinación de rigidez, perfeccionsimo y exceso de adhesión a las normas que en ocasiones las personas mantenemos. Este patrón suele hacer que nos sintamos frecuentemente irritables, enfadados y con un constante y difícilmente soportable mal humor. Generalmente adoptamos estilos de comportamiento como estos por necesidad, es decir, porque en algún momento nos hizo falta exigirnos controlar nuestro entorno y responsabilizarnos excesivamente de alguien o algo.

La segunda gran fuente de incapacidad para la risa tiene que ver con la vergüenza, con la timidez, con la excesiva sensibilidad a la crítica o a la evaluación negativa de los demás. Probablemente el temor a hacer el ridículo es el síntoma más característico de este patrón de comportamiento. Nos inquieta que pueden pensar de nosotros, especialmente cuando es negativo.

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Comentarios

  1. Mejor reír que llorar. Y de esto último no nos faltan razones para hacerlo. Así que... a contar chistes de leperos.
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Lo bueno que tenemos en España es que nos reímos de todo, cachondeo no nos falta.

      Saludos, Cayetano

      Eliminar
  2. Nosotros estamos ahora con un estudios sobre risoterapia. La idea es poner vídeo de comedias en la sala de espera. De momento solo recogemos datos.

    Saludos Carolus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal vez cures a mas personas que con medicinas de dudoso efecto. Y si no les curas, por lo menos habrán pasado un buen rato.

      Saludos, Manuel

      Eliminar

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