Leyenda, maldición o profecía para un Papa Luna, tozudo y con el cráneo errante
Curiosa fue la vida de Don Pedro de Luna, único Papa aragonés de la historia.
Benedicto XIII, el Papa Luna, nació en Tierras del Moncayo, en el elegante y singular castillo de Illueca, siendo uno de los principales protagonistas del Gran Cisma de Occidente. Llegó a haber tres Papas disputándose la autoridad pontificia y aunque los otros dos aspirantes terminaron abdicando, nuestro obstinado Papa Luna siguió erre que erre hasta que finalmente fue depuesto como “cismático” y hereje, ¡“baturro” tenía que ser!
Tras perder el apoyo de todos, San Vicente Ferrer desistiendo de convencerle lanzó una profecía: "Para castigo del orgullo del Papa Luna, algún día, con su cabeza jugarán los niños a modo de pelota".
No imaginarás lo real que ha sido y es esta profecía ...
Reclamado por su familia, regresó muerto y embalsamado a su castillo natal en Illueca y allí reposó recibiendo una gran afluencia de visitas de fieles que le atribuirían poderes de santo. Ésto encolerizó a un clérigo italiano que fue a comprobar lo que contaban y que furioso cargó a bastonazos contra el arcón donde se encontraba, destrozando los restos de Benedicto XIII. Para evitar que algo parecido sucediera de nuevo, se ordenó tapiar la capilla donde se encontraba lo que quedaba del cuerpo.
Apenas un siglo de tranquilidad duró el descanso, interrumpido de nuevo en el siglo XVII , cuando tropas francesas asaltaron el castillo y al no encontrar las riquezas esperadas la emprendieron de nuevo con el cuerpo, tirando los huesos al río Aranda donde se perdieron. Bueno, todos menos el cráneo que fue recuperado a los días por unos labradores de la casa de los Luna que lo devolvieron a sus señores. Tiempo después, la familia Luna se unió -por casamiento- con los Muñoz de Pamplona y llevaron la calavera de don Pedro a su palacio de Sabiñán. La ruina del palacio en los últimos años hizo que un par de jóvenes gamberros entraran y robaran el cráneo, el 7 de abril del 2000, llegando a pedir incluso un rescate. Finalmente la policía lo recuperó y tras comprobarse su autenticidad y ser declarado bien de interés cultural pasó a manos del Gobierno de Aragón. ¿Acabaría aquí la historia?
¡Pues no queda!
Actualmente a nuestro Papa se lo disputan cuatro ciudades: Illueca, Sabiñán, Peñíscola y Zaragoza. Sabiñán pide que retorne al lugar del que fue sustraído, Peñíscola queda descartada ya que al ser un bien cultural no puede salir de Aragón, Zaragoza pide que se deposite en su museo ya que es un lugar seguro y en Illueca le espera la capilla de su castillo natal en la que de momento reposa una replica y que puedes ver en la foto. Decidirán los juzgados, mientras el cráneo espera su nuevo destino en algún almacén del depósito del museo provincial de Zaragoza. El litigio durará años, pero aún cuando se resuelva la profecía parece no tener fin…
Añadir como curiosidad que Benedicto XIII, el Papa Luna, no cejó en su empeño de seguir siendo Papa hasta su muerte a los 95 años, edad muy avanzada para lo acostumbrado en la época. Esta obstinación dio origen al popular dicho de “seguir en sus trece”.
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Está parte de la historia de Benedicto XIII la desconocía (si la de anitpapa y todo lo demás), pero está parte "curiosa" no la conocía.
ResponderEliminarMe das dado una idea...
Saludos
Es el poder de las maldiciones, sobre todo si las hace un santo... y las ejecutan unos gilipollas.
EliminarSaludos
Ese hombre no asentó nunca la cabeza.
ResponderEliminarUn saludo.
Era un poco lunático.
EliminarUn saludo