Durante mucho tiempo he visto a mucha gente el pedir que se legalizara la eutanasia. Ahora, con la epidemia del coronavirus ya la tenemos, pero a la sociedad parece no importarle de qué forma se ha implantado.
Llevo toda la vida oyendo a gran parte de la sociedad que “hay que morir con dignidad, que todos hemos visto morir de mala manera a muchos seres queridos y que si, por mi fuera, se aplicara la eutanasia” y cosas similares. Lo puedo comprender, hasta yo mismo llegué a pensar en eso, ¿quién no ha visto morir de mala manera a seres queridos?
Epidemia de Coronavirus y eutanasia |
Luego, con los años, te vas haciendo más ecuánime (hay gente que nunca lo será) y observas la situación desde muchos lados y enfoques. Tras ver lo que da de sí el Estado (da igual el país o su régimen político), así como la sociedad, me parece en extremo peligroso el dejar en manos ajenas el decidir sobre la vida y la muerte… que puede llegar a ser la tuya o la de un familiar que no necesariamente necesite la eutanasia. Y no entro a fondo en razonamientos morales ni por supuesto me meto en asuntos de fe y religión, solo me limito a razonar… y observar.
Resulta que en tiempos de recursos escasos la decisión de su uso crea grandes problemas morales. En esas estamos ahora con el coronavirus, hay demasiados pacientes, pocos respiradores, pocas UCI, s y recae en los médicos la decisión de a quién se destinan esos recursos. No seré yo el que critique sus decisiones, no quisiera estar en su lugar, y más de un facultativo lo va a pasar mal el resto de su vida tome la decisión que tome, pero el que se crea que la vida iba a ser fácil, o era tonto o se engañaba. En fin, al personal sanitario, ánimo y profesionalidad, que en sus manos estamos y están siendo verdaderos héroes... y como tales van a sufrir. Tampoco voy a hacer crítica fácil sobre los políticos, ya que en todos los países democráticos son los que el pueblo ha elegido.
Conviene también recordar que no suele haber respiradores para mayores de cierta edad pero que ahora nos quieren hacer trabajar hasta los 67 años, y también señalar que muchos abuelos han trabajado aún más, gracias a ellos tenemos lo que tenemos y somos lo que somos.
Sin embargo, hay algo que me choca. La sociedad está asumiendo con pasmosa mansedumbre cómo residencias de ancianos enteras son víctimas de esta epidemia y mueren en masa. Esta sociedad que todas las tardes aplaude en los balcones asume con alucinante tranquilidad que no se trate ni se ingrese en hospitales a los mayores porque no hay medios para todos y que estos escasos medios se destinen a jóvenes. Por otra parte, entiendo que si te encentras ante el dilema moral de salvar a tus padres ya mayores o a tus hijos… resuelve tú la encrucijada. También he visto en lo que llevo de vida que una sociedad es tan fuerte como trata a sus miembros más débiles.
Creo que la sociedad, esta cómoda sociedad de postureo, en general mira hacia otro lado porque sus ancianos son una carga, y que cuando hablaban de eutanasia no se referían a limitar el sufrimiento al que está en las ultimas, sino sencillamente a quitarse a los abuelos que se estaban pagando la residencia con sus ahorros (que sus hijos no heredarán) o a acabar con el tremendo gasto que supone la carga de estas personas.
No quiero generalizar, hay personas estupendas y hay bellacos, como en todas partes… pero recuerda que tus hijos te tratarán como tu trataste a tus mayores. Que no se te olvide, esto no falla nunca. Bienvenido al mundo de la eutanasia, lo que la sociedad demandaba.
Muchos de los que apoyamos la eutanasia no queremos quitarnos los ancianos de encima. Yo la entiendo como una decisión individual tomada por aquellos cuya vida es puro sufrimiento. Los demás no pintamos nada ahí. Decide el que quiere abandonar este mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es más o menos como la entiendo yo también. Pero la realidad me está haciendo ver otras cosas, otro tipo de eutanasia si o si.
EliminarUn saludo
En principio de acuerdo con Cayetano, al final: sólo recordar el viejo dicho que tenía que ver con vivos , muertos, hoyos y bollos.
ResponderEliminarConvendría educar al colectivo que a partir de .... pongamos medio siglito ...... cuando ya habrá dado tiempo de hacer muchas cositas, insisto convendría, comenzar a considerar los propios finales y comenzar a tomar decisiones razonablemente naturales al respecto....porque es de bien nacidos ser agradecidos con lo que la vida nos proporcionó al principio. Aunque esto último parece no haber penetrado en los sustratos subsiguientes al más superficial en los primates con ínfulas que somos.
emejota, una cosa es la eutanasia voluntaria que citas, y otra cosa es lo que está sucediendo: el trato que damos a nuestros mayores que "eutanasiamos" sin preguntarles.
EliminarSaludos
No me pega que esa sea la cuestión, solo que hay países con mayor cantidad global de conexiones globales entre sus neurotransmisores que otros. Y la materia prima mayoritaria del nuestro no se encuentra en buena posición precisamente, lo cual incrementa el dolor de sus individuos ..... por ponerlo suavecito . Asumir las propias carencias ayuda a mejorar las circunstancias psicológicas que demonizamos.
EliminarMantener visiones frías de todos los factores puede resultar consolador en los momentos más dolorosamente emocionales de nuestro género.
No hablamos de los problemas psicológicos que causará esto, en relación a los sanitarios que deben decidir quién vive y quién no... No es fácil decir a un paciente, que Ud, por a o b, no es subsidiario de un tratamiento... Es duro, incluso, en las residencias, donde no tienes mucha maniobra.
ResponderEliminarEl coronavirus ha demostrado nuestras carencias de "primer mundo"... Incluso el gigante del norte, USA, tiene los pies de barro en estas circunstancias...
Pero no estoy seguro que aprenderemos de esto... Ojalá me equivoque...
Saludos Carlos, Cuídate mucho
La ayuda psicológica a personal sanitario que ha pasado por todo esto está tan prevista como el suministro de mascarillas y EPI,s.
EliminarY claro que no aprenderemos, no es la primera vez que ocurre. A los humanos nos encanta tropezar muchas veces en el misma piedra.
Saludos, Manuel, ten cuidado.