¿Cómo aprender a mantener la calma en todas las circunstancias?
Varios estudios científicos han demostrado que el éxito profesional y social depende directamente de la capacidad para manejar las emociones en las situaciones más difíciles y de mantener la calma.
Nuestra mente es tan preciosa y tan poderosa que es lógico que la mantengamos en paz el mayor tiempo posible.
Mantener la calma siempre |
Estar estresado todo el tiempo y enfadarse ante el menor inconveniente es agotador, agota la energía y plantea graves problemas de salud. Cuando el estrés aparece constantemente en tu vida, se vuelve aún más peligroso y puede provocar trastornos del sueño, enfermedades cardíacas, obesidad e incluso muerte súbita.
Tu estrés no sólo tiene un impacto en tu salud sino también en tu estado de ánimo, tus relaciones y también tu eficiencia.
Toma el control de tus emociones
¿Puedes notar la sangre que se inyecta en tus ojos? Y así te das cuenta de que puedes estar yendo un poco demasiado lejos, que es hora de aprender a descomprimir para no salirte de tus casillas en cuanto se te presenta una oportunidad. Por lo tanto, es importante controlar tus emociones antes de que tomen el control de tu vida.
Imagínate un día con algún inconveniente pero que lo atraviesas con calma, manteniéndote tranquilo, en paz y feliz. Puede parecer imposible, pero cuando miro dónde estaba y dónde estoy ahora, puedo asegurarte que es posible hacerlo.
Te puedo asegurar que no es tan difícil como podrías pensar y te abre una nueva forma de vida: el vivir constantemente el momento presente. Estás relajado y puedes adaptarte a cada momento para hacer siempre apropiado y lo correcto en cada situación. Tu calma viene de adentro, eres libre y ya no depende de las condiciones externas. Eso es sabiduría.
Toma conciencia de tus pensamientos, reacciones y tus sentimientos
Hay muchas posibilidades a lo largo del día para detenernos por un instante, tomar conciencia de nuestra respiración y de lo que está sucediendo tanto a nuestro alrededor como dentro de nosotros.
Cuanto más conscientes seamos de nuestros pensamientos, reacciones y sentimientos, más fácil será verlos en retrospectiva, con desapego. Es como todo lo que aprendes, cuanto más practicas, más fácil y obvio se vuelve. Por el contrario, sin entrenamiento, estamos perdidos en nuestros pensamientos y nos dejamos llevar por nuestros viejos hábitos, nuestras viejas formas de funcionar.
Llevar el silencio a tu mente también trae paz. No hablo de un silencio artificial donde buscas pensamientos sino de un silencio natural en el que ves la película de tus pensamientos, ves la película de tu vida y te quedas tranquilo porque sabes que todo esto está cambiando y que todo esto es impermanentes. Cuando estás allí, nada perturba tu serenidad. Es como un fuego al que dejas de alimentar naturalmente hasta que por falta de combustible se apague solo.
“No puedes acabar con una tormenta, así que deja de intentarlo. Lo que puedes hacer es calmarte y la tormenta pasará por sí sola”
Debe haberte pasado antes. Ese momento en el que te encuentras frente a alguien demasiado imponente, lleno de confianza y abusando de tu autoridad. Una crítica fuera de lugar, una reflexión torcida y explotas desde dentro. Y muy a menudo, lo más difícil es no mostrar nada en el exterior, permanecer “zen” mientras sueñas con estrellarte la cabeza contra la pared. Sé que es duro.
Por lo tanto, sacude los hombros, libera la tensión y relájate. SIGUE LEYENDO...
Sería lo ideal: poder controlar siempre las emociones, porque va en detrimento nuestro. Hay que mantener la cabeza fría. Esta es la teoría. Lo malo es llevarla a la práctica, aunque todo se aprende. Por ejemplo: en mi antigua profesión era imprescindible controlar los impulsos para "no perder los papeles": un profesor que estalla, dice y hace cosas de las que luego seguro que se arrepiente; y esa debilidad será aprovechada por los alumnos díscolos. Como dirías tú: una estrategia usada eficazmente durante la "batalla".
ResponderEliminarUn saludo, Carlos.
Si estás frente de unos alumnos es mala cosa perder los papeles, se pierden muchos puntos. Por supuesto, es mas fácil decirlo que hacerlo, pero hay que intentar conseguirlo. Por otra parte, hacer que otros pierdan al calma es una buena estrategia.
EliminarUn saludo, Cayetano.
No te imaginas cuanto pongo en prácticas estas recomendaciones...
ResponderEliminarsobre todo cuando, te enfrentas a situaciones como la actual de la epidemia.
Saludos
Me lo imagino, Manuel, a mi también me ha tocado y no es fácil controlarse.
EliminarAnimo, Manuel
a mí me cuesta muchísimo controlar lo que digo cuando alguien abusa de su autoridad o siento que no hay justicia en alguna situación, quisiera aprender a controlar mi mal genio y no dejarme provocar por los demás.
ResponderEliminar