Estos trucos psicológicos poco conocidos te servirán para destacar en conversaciones en tu vida social por lo sorprendente de su contenido.
Mientras leo libros o navego por
Internet, a menudo me he encontrado con teorías o trucos psicológicos
divertidos, extravagantes o curiosos que coloco en mi bloc de notas.
6 trucos psicológicos que DEBES conocer |
No puedo escribir un artículo sobre cada uno de estos trucos psicológicos, ¡así que decidí agruparlos en este pequeño post! ¡Espero que mis elecciones te sorprendan!
1. El nombre de Dunbar
El antropólogo británico Robin Dunbar definió que el número máximo de amigos con los que podemos tener una relación verdaderamente estable es de 150. Este límite es inherente al tamaño de nuestro neocórtex, un área específica de nuestro cerebro. En pocas palabras, ¡las personas que afirman tener más de 150 amigos son un poco mentirosas!
¡Se habló mucho sobre el número de Dunbar cuando Facebook comenzó su gran avance! Los sociólogos estaban asombrados de que uno pudiera tener 400, 500, 3.000 o incluso 5.000 amigos, adelantando la teoría de Dunbar.
Se han realizado otros estudios sobre el tamaño máximo de un grupo social. Por ejemplo, un grupo de científicos descubrió que las disputas familiares surgen inexorablemente entre los yanomami (una tribu indígena) cuando la tribu supera los 300 miembros. Me pregunto qué cifra encontraríamos si este estudio se hiciera en Europa…¿10 tal vez?
Por el contrario, en algunos grupos de babuinos, el líder masculino sólo puede obtener obediencia y paz en el grupo de 300 individuos.
En definitiva, sea cual sea la red social (en sentido amplio) de la que estemos hablando, existe por tanto un tamaño crítico a partir del cual la situación puede cambiar por completo.
2. Síndrome de Estocolmo
Éste es uno de los trucos psicológicos más conocido. Es el fenómeno por el cual las víctimas de la toma de rehenes desarrollan un vínculo emocional más o menos fuerte con su secuestrador. La historia detrás del síndrome es bonita, admito que no lo sabía antes de escribir este artículo:
El 23 de agosto de 1973, un fugitivo de la prisión, Jan Erik Olsson, intentó llevar a cabo un robo en la sucursal de Kreditbanken en el distrito Norrmalmstorg de Estocolmo. Durante la intervención de la policía, se refugió en el banco donde tomó como rehenes a cuatro empleados. Obtuvo la liberación de su compañero de celda, Clark Olofsson, quien puede acompañarlo. Seis días de negociaciones finalmente llevaron a la liberación de los rehenes. Curiosamente, éstos intervendrán entre sus captores y la policía.
Posteriormente, se negarán a declarar para la acusación, contribuirán a su defensa y los visitarán en prisión. Incluso se desarrolló una relación romántica entre Jan Erik Olsson y Kristin, uno de los rehenes. Cuenta la leyenda que se casaron después, pero esto fue negado.
Este síndrome lamentablemente también actúa en otras situaciones muy diferentes:
Por ejemplo en la relación entre un dictador y su pueblo (idolatría, culto a la personalidad) o en el caso de violencia doméstica... o abuso.
3. El número mágico: 7 ± 2 (7 más o menos 2)
Según un estudio del Doctor Miller en 1956, la capacidad de nuestra memoria de trabajo, es decir, la memoria a corto plazo de unos segundos, está limitada a 7 (más o menos 2) elementos, es decir, 7 con 9 elementos.
Por ejemplo cuando lees una receta: “500g de harina, 3 huevos…”. A continuación se muestra un ejemplo de espacio en la memoria de trabajo. Lo mismo ocurre cuando escuchas un número de teléfono que debes recordar en segundos.
Dependiendo del número mágico, es difícil o imposible recordar ± 7 elementos simultáneamente. De hecho, un segundo estudio más reciente mostró que este número de elementos rondaba los 3 ó 4.
Los trucos psicológicos para mejorar tu memoria de trabajo: crea asociaciones de elementos en lugar de mantener cada elemento por separado. Por ejemplo, agrupar los dígitos del número de teléfono por 3 en lugar de combinarlos en pares. Pasarás de 5 elementos a 3 elementos.
6 trucos psicológicos que DEBES conocer |
4. El llamado efecto “tercera persona"
En otras palabras: “otros se dejan influenciar fácilmente, yo no soy así”. A menudo nos enfrentamos a este efecto cuando escuchamos a la gente hablar sobre la televisión: “¡Uf, la gente está siendo manipulada por los medios, sólo mira las noticias! No me influyen, veo las noticias pero no me afectan”.
Para estudiar este fenómeno, se realizó un estudio en Internet en 2015 a través de una encuesta (más de 9.000 respuestas). Las preguntas fueron como:
¿Crees que la cantidad de “Me gusta de Facebook” en la parte inferior de una publicación de blog puede:
- ¿Influir en ti?
- ¿Influir en tus amigos?
- ¿Influir en otras personas?
Estos son los resultados de la encuesta:
- El 81,3% de las personas piensa que se puede influir en otros si un artículo tiene un gran número de lectores;
- 80,65% […] si un artículo muestra una gran cantidad de “leídos por X personas”;
- 71,1% […] si un artículo muestra una gran cantidad de me gusta, tweets, compartidos,…
“Los otros”, pero no ellos.
5. El famoso estudio de Cambridge
Sgeuon es un estudio de la uvinersiadd de Cmabrigde, el orden de los ltears en una palabra no tiene ipmrotncia, lo común e ipmrotnate es que la pmeira y el utlmila estén en odern. El rseto puede estar en una perturbación ttoal y peudes seimrpe lreelas sin problema. Es porque el crerebro huamno no lee cdaa letra en sí misma.
Este estudio es famoso, pero lo que no mucha gente sabe es que este tipo de trucos psicológicos en realidad es un engaño. Ninguna universidad de Cambridge ha realizado un estudio sobre el orden de las letras en una palabra.
De hecho, el fenómeno se limita rápidamente. En el texto ilustrativo, las palabras rara vez se componen de más de 4 o 5 letras. Tan pronto como una palabra excede las 6 letras mixtas, se vuelve difícil volver a ponerla en orden. Este es también el principio del famoso juego de “números y letras”...
6. Se necesitan 66 días para cambiar un hábito.
Esta ley parece bastante empírica y se basa solo en un estudio, pero el protocolo es interesante. Según Phillippa Lally y su equipo de investigadores en Londres, una persona tardaría 66 días en convertir una acción en un hábito de vida.
El estudio se realizó con 96 participantes, y todos los detalles están aquí (desafortunadamente no son gratuitos).
También de acuerdo con este estudio, se crea un hábito durante un proceso de 3 pasos (llamado “ciclo de hábito"):
- Un disparador que “ordena" a tu cerebro que debe producirse un cambio ("¡Estoy gordo!");
- Llega el comportamiento en sí, que intentas convertir en rutina (“como sano, como menos…”);
- La recompensa sigue, una sensación que agrada al cerebro y te impulsa a empezar de nuevo (“¡guau, me siento ligero!”);
Este proceso es el mismo tanto si se trata de un “buen hábito” (deporte, actividad intelectual,…) como de uno malo (fumar, comida chatarra,…).
Espero que este pequeño artículo “general" sobre trucos psicológicos te haya enseñado algunas cosas interesantes. Nos vemos la próxima vez en otro artículo sobre la mente.
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66 días para cambiar de hábitos. Sabina necesitó 19 días y 500 noches. Solo cambió de relación sentimental. Del resto de los hábitos no dice nada.
ResponderEliminarSaludos.
Para cambiar el resto de sus hábitos creo que Sabina necesita 500 años ó 19 siglos.
EliminarSaludos.