La pena por adulterio en Irán, específicamente la lapidación, es un tema que suscita gran preocupación y controversia a nivel internacional debido a su naturaleza cruel e inhumana.
Esta práctica, que persiste en algunos países que aplican interpretaciones estrictas de la ley islámica, es considerada una violación grave de los derechos humanos por la comunidad internacional.
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El proceso de lapidación en Irán está meticulosamente regulado, lo que añade un nivel perturbador de premeditación a este acto de violencia extrema. Las piedras utilizadas están sujetas a especificaciones particulares: no pueden ser tan pequeñas que no causen dolor significativo, ni tan grandes que provoquen una muerte rápida. Este detalle macabro subraya la intención de infligir un sufrimiento prolongado como parte del castigo.
La ejecución de la sentencia se lleva a cabo de manera que maximiza la vulnerabilidad de la víctima. En el caso de las mujeres condenadas, son enterradas hasta la altura de los hombros, con los brazos atados, lo que les impide cualquier intento de protegerse o defenderse. Esta posición forzada no solo aumenta el sufrimiento físico, sino que también añade un elemento de humillación pública al castigo.
El ritual de la lapidación involucra a la comunidad en el acto de la ejecución. Si hay testigos del supuesto delito de adulterio, se les asigna la tarea de arrojar las primeras piedras. En ausencia de testigos, esta responsabilidad recae en el juez que dictó la sentencia. Posteriormente, se permite a los transeúntes participar en el apedreamiento, convirtiendo así la ejecución en un acto de violencia colectiva sancionado por el estado.
La aplicación de esta pena en Irán está rodeada de secretismo y censura. Los medios de comunicación locales, bajo presión gubernamental, raramente informan sobre estos casos. Esta falta de transparencia dificulta el escrutinio internacional y la documentación precisa de la frecuencia con la que se llevan a cabo estas ejecuciones. Como resultado, muchos casos de lapidación pueden pasar desapercibidos para la comunidad internacional.
La muerte por lapidación es particularmente horrible debido a su naturaleza prolongada y dolorosa. Las víctimas pueden sufrir durante un tiempo considerable antes de sucumbir a sus heridas, lo que hace que este método de ejecución sea especialmente cruel e inusual.
Es importante señalar que la práctica de la lapidación no es universal en el mundo islámico y ha sido objeto de intensas críticas y llamados a su abolición por parte de organizaciones de derechos humanos y gobiernos de todo el mundo. Muchos eruditos islámicos argumentan que esta práctica no tiene base en el Corán y es una interpretación extrema y descontextualizada de la ley islámica.
La persistencia de la lapidación como castigo legal en Irán refleja tensiones más amplias entre las interpretaciones conservadoras de la ley religiosa y los estándares internacionales de derechos humanos. Este conflicto plantea desafíos significativos para la diplomacia internacional y los esfuerzos por promover los derechos humanos universales.
La comunidad internacional continúa presionando a Irán y a otros países que mantienen esta práctica para que la abandonen, argumentando que viola los principios fundamentales de dignidad humana y el derecho a no ser sometido a tratos crueles, inhumanos o degradantes, principios consagrados en numerosos tratados internacionales de derechos humanos.
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Es horrible, no se como la comunidad internacional lo permite
ResponderEliminarBueno esta claro que cuanto mas ignorante es la gente, mas disfruta con la barbarie y el sufrimiento de los demás, yo estoy leyendo el Corán y es verdad que, como todos los libros religiosos es extremadamente difícil y complicado de entender y desde luego cada uno puede entender los que quiera, el Corán, al igual que la biblia es , o trata de ser una guía de conducta por medio a veces, igual que la biblia de relatos y ejemplos, yo tampoco he leído nada hasta el momento acerca de semejante barbaridad, en cambio si he leído que si un hombre repudia a su mujer no puede echarla sin mas, sino que debe darle una cierta parte de su patrimonio, en fin, como he dicho lo que pasa con estos libros es que los que los escribieron eran conscientes de que el mundo cambiaría y no podían quedarse anclados en su época las enseñanzas deberían ser válidas para los siglos venideros por lo que son bastante generalizadas asi que cada uno verá lo que quiere ver y lógicamente a estos hombres pobres, ignorantes, que no son aceptados ni respetados por los países mas avanzados, tienen que conformarse con aplastar lo único que pueden, desde luego no irán al paraíso y la mujer que allí encuentren no tendrá el rostro que deseen, pero les queda el consuelo de que aquí, en la tierra, a las mujeres las llevan tapadas y encadenadas, no son muy valientes, pero se conforman, es lo que hay
ResponderEliminarAquí la única verdad en REALIDAD que la misma humanidad crucificó a Jesús con todo el pecado que llevamos estas personas solo disfrutan con crueldad porque jamás entenderían el verdadero sentido de la vida
Eliminarno menciona q además es una práctica q condena solo a las mujeres , no a los hombres
ResponderEliminarno menciona q además es una práctica q condena solo a las mujeres , no a los hombres
ResponderEliminarEstá barbarie tiene que terminar ya!! La comunidad internacional tiene que sancionar los países que practican esta barbarie!!
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