Érase una vez, en una remota aldea japonesa, vivía un maestro zen conocido por su serenidad y sabiduría. Un día, dos ladrones decidieron robar en su casa. Al entrar, encontraron al maestro sentado en su cojín de zafu, con una expresión pacífica. Los ladrones, sorprendidos por su calma, le preguntaron: "¿Por qué no te defiendes? ¿No tienes miedo de que te robemos? El maestro sonrió y respondió: "He aprendido que la verdadera riqueza no está en las posesiones materiales, sino en la paz interior. Si quieres mis posesiones, tómalas; no tienen ningún efecto en mí". Intrigados, los ladrones decidieron llevarse todo lo que podían llevar. Sin embargo, al salir, uno de ellos tropezó y cayó, derramando todo el botín. El maestro, sin inmutarse, les ofreció una última lección: "Recuerda, la codicia puede llevar a una caída. La verdadera libertad viene de soltar las cadenas del deseo". Y sacó su revólver de 6 tiros, que había guardado en su cojín de zafu, y apuntó a los la...