Decenas de estímulos impulsan al consumidor a llevarse más productos de los que necesita. Las tradicionales compras en los mercados están cada vez más próximas a sucumbir ante los centros comerciales. Con la modernidad, vinieron estos grandes y suntuosos edificios en los que hay de todo.
Desde tiendas de ropa, de animales, cafeterías, cines y, por supuesto, un supermercado. Y es en este último donde se juega con la venta por impulso, estimulada por una serie de trucos que consiguen que el consumidor compre más de lo que necesita.
Manipulación mental en el Supermercado |
Esos trucos se ponen en funcionamiento con un pariente del marketing, el merchandising. Este término anglosajón engloba una serie de técnicas que tratan de disponer cada elemento del supermercado de un modo concreto y de ubicar los productos de tal manera que a usted, sin darse cuenta, le llamarán su atención.
La disposición de las estanterías, el uso de las ofertas, los personajes famosos que promocionan sus trabajos, las azafatas/os que ofrecen la cata de un producto, la música de fondo, la intensidad lumínica y un largo etcétera son manipulados para estimular el impulso comprador. El objetivo no es otro que engordar esa lista de la compra que traía de casa.
Hábitos de compra
Según un informe de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), al que ha tenido acceso Su Dinero, sobre los hábitos de compra, el 52,6% de los consumidores compra motu propio, sin dejarse influir por ningún condicionamiento. Sin embargo, el 48,5% reconoce que a veces adquiere más de lo previsto. Este dato refleja los efectos del merchandising.
Estas técnicas de marketing comienzan a actuar desde el mismo momento en el que se busca un lugar para la ubicación del establecimiento. Los supermercados se abren hueco en los centros comerciales, construidos en zonas aisladas con accesos rápidos, generalmente por autovías, donde el problema de la circulación no será cuestión de horas.
Manipulación mental en el Supermercado |
Y por si tiene problemas de carburante, lo más probable es que en las proximidades haya una gasolinera que, casualmente, con una compra superior a una cierta cantidad de dinero, podrá obtener un vale de descuento para repostar. Tampoco encontrará problemas para aparcar, puesto que el centro comercial dispone de aparcamiento gratuito durante las primeras horas, un tiempo que se podrá incrementar si hace un gasto en un determinado establecimiento del centro. En definitiva, lugares abiertos y con todas las comodidades para que usted se encuentre a gusto.
Todo el espacio interior del supermercado está perfectamente estudiado para condicionar los hábitos consumistas. Para empezar, en la mayoría de los casos, el cliente no tendrá más remedio que entrar por la derecha de las cajas registradoras. Esta ubicación no es arbitraria. Los expertos en merchandising saben que...
CONTINUA EN:
Nos manejan como quieren.
ResponderEliminarPrimer consejo: antes de ir al super, apunta en una lista lo que quieres comprar.
Segundo: mejor hacer la compra con la tripa llena que ir en ayunas o a esa hora en que apetece el aperitivo, porque si no la compra será compulsiva.
Un saludo.
Así es, Cayetano, pero hay que reconocer que al fin algo picas fuera de lista. Es magia muy poderosa la que emplean estos brujos.
EliminarSaludos
Soy de ese 52% que no no se deja influenciar...Soy duro para la compra, me refiero a que hago una lista de la cual muy pocas veces me salgo. Definitivamente en algunas cosas compro una marca específica, pero en otras me da igual y busco precio. Me detengo mucho tiempo en las sección de frutas y verduras, soy quisquillos con eso.
ResponderEliminarHay vendedoras guapas que te lo ponen difícil ;D
Saludos Carolus.
Enhorabuena, Manuel, eso es fortaleza de carácter. Lo mas chungo de todo es que los políticos se venden con técnicas parecidas. Y que además, funcionan.
EliminarSaludos