Ir al contenido principal

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

40 máximas de brillante sabiduría

Descubre las 40 máximas de la brillante sabiduría de Epicuro: claves poderosas para vivir con felicidad, serenidad y auténtica plenitud.

Epicuro preconiza que el objetivo de la sabiduría es suprimir los obstáculos que se oponen a la felicidad. Ello no significa, sin embargo, la búsqueda del goce desenfrenado, sino, por el contrario, la de una vida mesurada en la que el espíritu pueda disfrutar de la amistad y del cultivo del saber. La felicidad epicúrea ha de entenderse como el placer reposado y sereno, basado en la satisfacción ordenada de las necesidades elementales, reducidas a lo indispensable. Ver Lo que nunca te enseñaron 

40 máximas de brillante sabiduría

Máximas Capitales. Epicuro

1. El ser dichoso e incorruptible ni tiene él preocupaciones ni se las proporciona a otro, de suerte que no se ocupa de enojos ni agradecimientos. Pues todo ello se da en el débil.

Escolio: En otros escritos dice que los dioses son visibles a la razón, apareciendo unos según su número, y otros en figura humana, por semejanza a partir del continuo flujo de imágenes semejantes convertidas en la misma.

2. La muerte no es nada para nosotros. Porque lo aniquilado es insensible y lo insensible no es nada para nosotros.

3. El límite de la grandeza de los placeres es la eliminación de todo sufrimiento. Donde haya placer, durante el tiempo que sea, no hay pesar ni sufrimiento ni la mezcla de ambos.

4. No se detiene el sufrimiento ininterrumpidamente en la carne, sino que el más agudo permanece el más breve tiempo, y el que sólo aleja el placer de la carne no perdura muchos días. Las enfermedades muy prolongadas ofrecen en la carne aún más placer que dolor.

5. No es posible vivir placenteramente sin vivir prudente, honesta y justamente, ni vivir prudente, honesta y justamente sin vivir placenteramente. A quien no alcanza esto, no le es posible vivir placenteramente. Ver Céntrate completamente en lo que depende de ti y serás feliz

6. A fin de tener seguridad en relación a los hombres, sería un bien según naturaleza la existencia del poder y la realeza, a partir de los cuales sería tal vez posible obtenerla.

7. Algunos quisieron llegar a ser famosos y admirados, considerando que así conseguirían la seguridad en relación a los hombres. De suerte que, si la vida de aquellos es segura, han conseguido el bien de la naturaleza. Pero si no es segura, no tienen aquello por lo que se esforzaron desde el principio según lo propio de la naturaleza.

8. Ningún placer es por sí mismo malo. Pero lo producido por ciertos placeres comporta muchas más perturbaciones que placeres.

9. Si se condensase cada placer y lo hiciera tanto en el tiempo como en relación a la totalidad o a las partes más importantes de nuestra naturaleza, entonces los placeres no diferirían unos de otros.

10. Si aquello que produce los placeres de los corruptos les desligara de los miedos de su pensamiento respecto a los fenómenos celestes, la muerte y el dolor, e incluso les enseñara el límite de los deseos, nada tendríamos entonces que censurar a aquellos, colmados por todas partes de placeres y carentes absolutamente de sufrimiento y pesar, aquello que es precisamente el mal.

11. Si nada nos inquietaran las aprensiones ante los fenómenos celestes y ante la muerte -no fuera ella acaso algo para nosotros-, y también el no conocer los límites de los dolores y los deseos, no necesitaríamos de la investigación de la naturaleza.

12. No era posible disipar el temor acerca de las cosas supremas sin examinar cuál es la naturaleza del universo y sin abrigar alguna sospecha de las creencias sobre los mitos. De manera que sin la investigación de la naturaleza no era posible conseguir placeres puros.

13. Ninguno sería el provecho de procurarse la seguridad entre los hombres, permaneciendo los recelos por las cosas de arriba, por las de debajo de la tierra y, en una palabra, por las del infinito. 

40 máximas de brillante sabiduría

14. Obtenida hasta cierto punto la seguridad frente a los hombres por un poder fuerte y una buena posición, surge la seguridad más radiante, derivada de la tranquilidad y del abandono de la multitud.

15. La riqueza conforme a la naturaleza está limitada y es muy fácil de conseguir. Lo que es conforme a las vanas opiniones cae al infinito.

16. Breves ataques lanza contra el sabio la fortuna, pues los mayores y más importantes bienes se los ha suministrado su razón y durante todo el tiempo de su vida se los suministra y se los suministrará.

17. El justo es totalmente imperturbable; el injusto está lleno de la mayor perturbación.

18. No crece en la carne el placer una vez alejado el dolor causado por la necesidad, sino que sólo se colorea. El límite del placer dispuesto por la mente lo engendra la investigación sobre estas mismas cosas y sus afines, que han causado al pensamiento los mayores temores.

19. El tiempo infinito y el limitado dan lugar a un placer igual, si uno mide los límites de éste con la razón.

20. La carne tiene los límites del placer por infinitos y un tiempo infinito lo proporciona. Pero la mente, que ha efectuado el cálculo de la finalidad y el límite de la carne y que ha disipado los temores acerca de la eternidad, proporciona la vida perfecta y no tenemos ya ninguna necesidad del tiempo infinito. Y no rechaza el placer ni, cuando las circunstancias disponen nuestra salida de la vida, acaba como si pasara por alto algo de la vida mejor.

21. Quien conoce exactamente los límites de la vida sabe qué fácil de conseguir es aquello que expulsa el dolor causado por la necesidad y hace perfecta la vida entera. De manera que para nada necesita de cosas que acarrean pleitos.

22. Es preciso considerar el fin propuesto y toda la evidencia hacia la que elevamos nuestras opiniones. Si no, todo estaría lleno de desorden y turbación.

23. Si te opones a todas las sensaciones, no tendrás ni siquiera un principio al que referir aquellas que dices ser falsas.

24. Si rechazas completamente cualquier sensación y no distingues lo figurado en relación a lo que nos espera y lo ya presente en la sensación, los sentimientos y toda percepción representativa de la mente, confundirás también las restantes sensaciones con la vana opinión, de manera que rechazarás todo criterio de juicio. Pero si tienes por seguro todo lo esperado en tus pensamientos opinables y lo que no tiene confirmación, no evitarás el engaño. Así que en todo juicio de lo verdadero o no verdadero estarás conservando una total ambigüedad.

25. Si en toda ocasión no refieres cada uno de tus hechos al fin de la naturaleza, sino que te desvías adoptando sea el rechazo sea la elección hacia cualquier otro, tus acciones no serán conformes con tus palabras.

26. Todos aquellos de los deseos que no conducen al dolor si no son saciados, no son necesarios; pero son un apetito fácil de disolver cuando parecen ser difíciles de obtener o causantes de daño.

27. De cuantos bienes nos proporciona la sabiduría para la felicidad de toda la vida, el mayor con mucho es la adquisición de la amistad.

28. El mismo conocimiento nos hace confiar en que nada terrible es eterno ni duradero y nos hace ver en extremo completa la seguridad de la amistad dentro de los mismos límites.

29. De los deseos unos son naturales y necesarios. Otros, naturales y no necesarios. Otros, ni naturales ni necesarios, sino nacidos de la vana opinión.

ESCOLIO: Epicuro considera naturales y necesarios a los que eliminan el dolor, como la bebida para la sed. Naturales y no necesarios a los que sólo colorean el placer, pero no alejan el sufrimiento, como los alimentos refinados. Ni naturales ni necesarios, como las coronas o las ofrendas de estatuas. 

40 máximas de brillante sabiduría

30. En aquellos de los deseos naturales que no ocasionan dolor si no se sacian se da un intenso afán, nacen de una vana opinión y no se disuelven, no por su propia naturaleza, sino por la vanidad del hombre.

31. Lo justo según la naturaleza es una convención sobre lo que lleva a no hacerse daño unos a otros y a no ser dañado.

32. En relación a todos aquellos animales que no pudieron hacer pactos de no dañarse unos a otros ni ser dañados, nada fue justo ni injusto. Y de la misma manera también, de todos aquellos pueblos que no pudieron o no quisieron hacer los pactos de no dañar ni ser dañados.

33. No es nada en sí misma la justicia, sino cierto pacto de no dañar ni ser dañado en las relaciones de unos con otros en distintas ocasiones y en un cierto tiempo.

34. La injusticia no es en si misma un mal a no ser en el temor por la sospecha de que no pasará desapercibida a los que están puestos para castigar tales acciones.

35. No le es posible a quien obra a escondidas contra alguno de los pactos establecidos entre unos y otros de no dañar ni ser dañado confiar en que pasará desapercibido, aunque diez mil veces haya pasado desapercibido hasta el presente. Es incierto si pasará desapercibido hasta el fin.

36. Según el derecho común, lo justo es lo mismo para todos, pues es algo útil en la relación de unos con otros. Pero según el particular de un país y de cada una de las ocasiones, no para todos resulta ser justo lo mismo.

37. De las leyes que son consideradas justas, aquella que es útil en las exigencias de la relación de unos con otros tiene el carácter de lo justo, tanto si es la misma para todos como si no. Si alguno establece una ley, pero no resulta de utilidad para la relación de unos y otros, ya no tiene ésta la naturaleza de lo justo, y si cambia lo útil en relación a lo justo, pero durante algún tiempo se ajusta a nuestra prenoción, en nada es menos justo durante aquel tiempo para quienes no se dejan confundir con vanas palabras, sino que miran simplemente a la realidad.

38. Cuando, sin resultar nuevas las circunstancias, es evidente que las leyes consideradas justas no se adaptan en los mismos hechos a nuestra prenoción, éstas no son justas. Cuando, resultando nuevas las circunstancias, ya no convienen las leyes consideradas justas, eran justas entonces, cuando convenían a la relación mutua de los conciudadanos; después, cuando no convienen, ya no son justas.

39. El que se ha formado de la mejor manera para no poner su confianza en las cosas de fuera, éste hace que todas las cosas posibles le sean familiares y que las no posibles no le sean al menos extrañas. Y con cuantas cosas no le es posible ni siquiera esto, permanece al margen y se limita a aquello que le es útil hacer.

Y tú, ¿qué opinas? Puedes dejar tus comentarios más abajo.

Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La pregunta del barbero

Un hombre llamado Juan asomó la cabeza en la barbería de Paco y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar para un corte de pelo?" Paco, mirando la tienda llena de clientes, respondió: "Unas dos horas." Juan se marchó. Unos días después, Juan volvió a asomarse y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar hoy para un corte de pelo?" Paco, observando la tienda, dijo: "Unas tres horas." Juan se fue nuevamente. Una semana más tarde, Juan regresó y preguntó: "¿Cuánto tiempo tengo que esperar hoy para un corte de pelo?" Paco, revisando la tienda, respondió: "Unas hora y media." Juan se marchó una vez más. Paco, intrigado, se volvió hacia su amigo Luis y le dijo: "Oye, Luis, hazme un favor. Sigue a Juan y mira a dónde va. Siempre pregunta cuánto tiempo tiene que esperar, pero nunca regresa."  Ver Las 20 leyes de la astucia Un rato después, Luis regresó a la barbería, riéndose a carcajadas. Paco, curioso, preguntó: "¿...

Hace un tiempo me enviaron esta curiosa historia

La profesora estaba siempre gritando: «¡Me vas a volver loca, Venancio! ¡Contigo ya no puedo más! ¡Venancio eres un inútil!». Un día, la madre de Venancio fue a la escuela para comprobar cómo le estaba yendo a su hijo. La profesora le dijo que su hijo era un desastre. Tenía las peores notas del colegio y que ella, en 25 años de enseñanza, nunca vio un niño tan torpe. La madre quedó tan apenada con esta sincera conversación que decidió retirar a su hijo Venancio de la escuela y se mudaron a Alemania para que Venancio estudiara en un centro especializado. Después de 25 años, a esta misma profesora le fue diagnosticada una grave enfermedad del corazón. Todos los médicos consultados coincidieron que necesitaba una cirugía muy delicada y costosa que solo un famoso médico español que vivía en Alemania podía hacer.  La profesora, ya sin esperanzas, decidió vender todo lo que tenía y con los ahorros de toda su vida, emprendió el viaje a Berlín para intentar la costosa cirugía que, finalmen...

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Estrategia sobre el uso de la información

Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo.  En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Estrategia sobre el uso de la información Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa. Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice: - Le doy 1000 euros si deja caer la toalla en el suelo. Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda en cueros frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca 1000 euros, se los entrega, da media vuelta y se va... Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre. - El vecino de al lado -dice ella- y el marido le pregunta: - ¿Te devolvió los 1000 euros que le presté? Conclusión: S...

La astuta empleada de la limpieza

Descubre la ingeniosa empleada que desafía a su jefa con astucia. ¡Una historia audaz que debes compartir!  Una empleada de limpieza le pidió a su jefa que le aumentara el salario.  La señora le pide que dé 3 razones por las que necesita aumentar su salario. EMPLEADA: Sé cocinar mejor que usted. SEÑORA: ¿Quién le dijo eso? EMPLEADA: Su esposo me lo dijo. SEÑORA: Está bien, segunda razón... EMPLEADA: Yo puedo planchar mejor que usted. SEÑORA: ¿Quién le dijo eso? EMPLEADA: Su esposo me lo dijo. SEÑORA: Bien, la última razón. EMPLEADA: Además, soy mejor que usted en la cama. (La señora está furiosa) SEÑORA: ¿Fue mi marido quien dijo eso? EMPLEADA: No, el guardia de seguridad me dijo que soy mejor que usted en la cama. SEÑORA: ¡Shh! ¡Por favor, baje la voz! Ver Las 20 leyes de la astucia Y tú, ¿qué opinas? Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!