Cuando las personas cercanas a nosotros nos hacen hacer lo que ellos quieren, debemos entender que hemos sido víctima de un chantaje emocional.
Poco a poco y de manera constante nos van llevando a un lugar donde nuestras decisiones e incluso nuestro comportamiento son controlados por ellos.
Echemos un vistazo a cómo podemos hacer frente a esta poderosa forma de manipulación.
Lo que deberías saber del chantaje emocional |
Entender al chantajista
El chantajista te ha hecho creer que es todo para ti, cuando en realidad, es al contrario. Este comportamiento tiene su origen en las zonas más inseguras de su mente. Podría ser debido a algunos incidentes de su pasado que el chantajista ha tenido que soportar. El chantajista está totalmente concentrado en lo que quiere y lo que desea y no le importa gran cosa el efecto sobre ti o tus necesidades. Se crece en victorias a corto plazo y nunca piensa en el futuro de la relación. Podría haber sido profundamente frustrado en su pasado y tiende a pensar que por medio de su chantaje emocional, podría compensar lo que le ha sucedido.
¿Por qué tú?
Todo el éxito que obtiene un chantajista emocional es porque tu le has dado el permiso, muy probablemente sin intención. Tu participación activa le asegura de que eres el blanco perfecto para el chantajista. El chantajista sabe que... SIGUE LEYENDO...
Algo muy típico entre personas muy próximas por razones de parentesco. Si hay cariño o afecto o confianza es más factible esa manipulación: de madre a hijo, de hija a padre, de hermana a hermano, de cónyuge a cónyuge... Es difícil eludirla.
ResponderEliminarUn saludo.
Y, como el que mas o el que menos jugamos a eso porque es muy humano, es difícil saber donde hay un grado de chantaje "tolerable" a donde hay algo "patológico".
EliminarUn saludo
Ocurre en muchas relaciones...Incluso mis hijos intentan en algún momento. Y he visto como en algunos pacientes lo intentan hacer conmigo también.
ResponderEliminarSaludos Carolus
Los niños, sobre todo cuanto mas pequeños, son unos profesionales del chantaje. Y de las niñas, mejor no hablar, son mas listas.
EliminarSaludos, Manuel