A la mayoría de la gente le gustaría hacerse rico, pero surgen miedos. Sin embargo, la gran mayoría de los temores que te lo impiden se basan en mentiras.
A la mayoría de la gente le gustaría hacerse rico. El asunto es qué hay que hacer para lograr ese objetivo que puede parecer aterrador, sobre todo si lo que piensas que se requiere limita tu felicidad o la felicidad de los demás de alguna manera.
Hacerse rico: estas mentiras te frenan |
Afortunadamente, la gran mayoría de esos temores se basan en mentiras, y las he enumerado en orden inverso.
1. No ser una madre soltera.
Danisha Danielle Hoston, era una madre soltera de veintitantos años. El padre de su hija murió de cáncer poco después de su nacimiento. Un par de semanas más tarde, Danisha fue despedida de su trabajo y obligado a buscar auxilio social.
A pesar de sus graves dificultades, no desistió y perseveró. Ese esfuerzo implacable transformó su vida, y se convirtió en una multimillonaria en el sector de los inmuebles comerciales. Hay muchas otras historias de madres solteras que lograron hacerse rico a pesar de sus retos. También puedes elegir convertirte en uno de ellos.
2. No tener una discapacidad mental o física.
Jon Morrow, que padece atrofia muscular espinal, esperaba morir a los dos años. Confinado en una silla de ruedas, gastaba todo su dinero, unos 700 $, en gastos médicos. Para tomar el control de su futuro, tuvo que dejar atrás las onerosas restricciones del gobierno estadounidense por dejar su trabajo y mudarse a México. Desde entonces ha generado cientos de millones de páginas vistas y decenas de millones de dólares en tres empresas diferentes. ¿Cuál es tu excusa?
3. Vengo de una familia desestructurada.
Todavía estoy alcanzando mi estado ideal, pero no dejo que la separación de mis padres, tiempo pasado por mi padre en hospitales psiquiátricos a causa de su trastorno bipolar, o la muerte de mi madre por SIDA cuando tenía 21 años me impide esforzarse por alcanzar la excelencia. Muchas personas pueden venir de hogares más rotos que éste, pero hablando de experiencia, un desastre de familia no puede mantenerte fuera de la idea de hacerse rico.
4. Procedes de una familia sin dinero.
¿Has sido alguien sin hogar? Si tu respuesta es sí, entonces tienes buenas noticias. Cientos de personas sin hogar han transformado sus vidas, han logrado hacerse rico convirtiéndose en millonarios y hasta en multimillonarios.
John Paul DeJoria estaba viviendo en la calle con su hijo de dos años recogiendo botellas para lograr algunos ingresos. ¿Te imaginas lo que sería como vivir a los veinte años y tener que criar un niño mientras lo único que tienes para mantener a tus hijos sin hambre o que esa adoptado por los servicios de protección infantil es la cantidad de dinero que ganas por recoger botellas usadas?
¿Puedes imaginar lo que sintió cuando miró a los ojos de su niño de dos años de edad, lo preocupado como padre que estaba pensando en su hijo? ¿Te sentirías derrotado, como un fracasado, o peor aún como alguien incapaz de proporcionar nada para su niño?
A pesar de estas circunstancias, dejó de lado esos sentimientos y trabajó para hacerse rico. Veinte años después de una vida desgarradora en las calles creó un imperio de millones de dólares. Lo hizo por las personas, por amor al planeta y con la utilización de sistemas para crear productos de calidad que a la gente le encanta.
5. No has nacido en los Estados Unidos.
La gente adinerada aparece en países de todo el mundo en cualquier momento.
6. No tienes un alto coeficiente intelectual.
Hay cierta evidencia que muestra que una relación entre IQ y los ingreso, pero no siempre es el caso cuando se habla de riqueza. Son numerosos los ejemplos de gente rica con un bajo o medio índice de inteligencia o en que están la pobreza con alto coeficiente intelectual. La arrogancia tiene una curiosa manera de fomentar las malas decisiones financieras y asumir riesgos innecesarios.
Independientemente de los números de coeficiente intelectual, la riqueza se crea por hábitos y sistemas. SIGUE LEYENDO...
Nada es imposible si hay perseverancia; pero si las condiciones familiares, sociales, intelectuales y de lugar de procedencia son favorables, mucho mejor.
ResponderEliminarUn saludo, Carlos.
O tal vez no, aunque hayas nacido en condiciones inmejorables y eres un patán, no tienes nada que hacer.
EliminarUn saludo, Cayetano
La oportunidad la pinta calva. Estos ejemplos lo demuestran con creces...Solo hay que tener ganas de ganar.
ResponderEliminarSaludos Carlos. gracias por tu aliento en el último post
Saber ver la oportunidad y aprovecharla es un don poco común. También es algo que se puede aprender.
EliminarSaludos y ánimo, Manuel