El pensamiento manada ha existido siempre, pero ahora, gracias a internet y a las redes sociales, el pensamiento manada está alcanzando niveles preocupantes.
“Si piensas como la mayoría, tu pensamiento se convierte en superfluo”. Paul Valéry
Existen muchos estudios psicológicos en los que se demuestra que muchas de nuestras decisiones se ven condicionadas por la influencia de las creencias del grupo. El efecto de este pensamiento manada se suele hacer visible en los sesgos cognitivos de carácter social. Estos sesgos de tipo social perturban nuestras interacciones con otras personas en nuestra vida diaria.
Pensamiento manada, Trump y Paul Valery |
En cuanto al pensamiento manada, también existe la teoría de la identidad social en la que los individuos tienden a anteponer la importancia de pertenencia a un grupo frente a los argumentos sólidos.
Las personas adoptan juicios erróneos o falsos solo para permanecer dentro del grupo. El grupo puede llegar a influenciar en la conducta de una persona. Además, en la masa, el efecto dominó es mayor debido a que, una vez iniciado, la masa es ciega y estólida. La mayoría de los actos de barbarie se llevan a cabo con más facilidad si se perpetran en el mare mágnum de un grupo. Un experimento llevado a cabo entre niños de 11 años de edad en un parque público de Oklahoma, demostró lo sencillo que es inducir a la gente a pertenecer a un grupo concreto y a formarse ideas hostiles o prejuicios hacia los que no formen parte de ese mismo grupo. El fútbol podría adscribirse a esta dinámica.
Actualmente, en los medios de comunicación, tanto en los clásicos (prensa, radio y TV) como en los más actuales (internet, redes sociales) se está usando y abusando de todos estos sesgos a la hora de manipular la sociedad y crear un potente pensamiento manada, ya sea a favor o en contra de alguien o de algo.
Por ejemplo, el mismo día de la toma de posesión del cargo de Presidente por el ciudadano Trump, hubo miles de mujeres en Europa manifestándose a favor de los derechos de la mujer. Según el pensamiento manada, el tal Trump parece ser que va a restringir estos derechos. A día de hoy, y de forma objetiva, no se puede asegurar ni una cosa ni la contraria: la realidad es que no ha tenido tiempo de hacer nada ya que acaba de llegar. Sin embargo, este mismo pensamiento manada, vaya usted a saber por qué motivos, impide manifestarse a estas mujeres un día sí y otro también ante las embajadas de Irán y Arabia Saudita, donde es un hecho contrastado que se pisotean de forma flagrante los derechos de las mujeres (y de homosexuales y en general, todos los derechos humanos). Por cierto, al ciudadano y ex presidente Obama, al poco de llegar al cargo, y sin aun demostrar nada, le dieron el Nobel de la Paz. Acertada decisión, las bombas que arrojó por todo el mundo eran muy pacíficas, por eso en Europa casi no hubo manifestaciones en su contra.
En fin, en mi caso, y como no soy ni borrego que vota al demagogo Trump ni carnero que le embiste con la bandera de humo de sabe Dios qué libertades, sino que más bien soy cabra tirando a macho cabrío, por salirme del pensamiento manada, me da por pensar que el tal Trump algo debe de tener por atraer tantos odios y me empieza a caer simpático. Vamos, parecido a los Rolling Stones en su canción “Simpatía por el diablo”. En fin, que de tanto demonizarlo por la manada, empiezo a sospechar que algo se me escapa (y tal vez no tan malo) sobre este fulano.
Bromas aparte, sobre el tal Trump, sólo puedo decir que muchos millones de personas le han votado (como a todos sus antecesores), que según el sistema de elecciones “made in USA” ha ganado esos comicios, y que como a todos los gobernantes, es de cortesía darles cien días de mandato para ver de verdad de qué va el colega. Ah, casi se me olvida, dicen los chinos que antes de arreglar el mundo, date tres vueltas por tu casa. Pues eso, seguro que tu país está mucho mejor y con mejores gobernantes, ¿verdad que si? Eso en cada país, y en la casa propia, cada uno sabrá lo que tiene…
Antes de que me embista algún exaltado del pensamiento manada, aclarar que este fulano de cara naranja y pelo dorado no es santo de mi devoción, así que voy a esperar un tiempo para ver qué quiere, puede y sabe hacer. Dos cosas son seguras: que nada será igual que antes y que solo sobreviven y medran los que se adaptan a los cambios.
Quejarse es de niños. Y de manadas. Líbreme Dios (o el Diablo) de pensar como la mayoría, no quiero que mi pensamiento sea superfluo, como cita Paul Valery.
Un dicho popular: no poner nunca el parche antes de que salga el grano.
ResponderEliminarSin embargo, en honor al espíritu de esta entrada, señalar que pertenece tanto a la manada -o a las manadas, porque hay varias- los que afirman algo absolutamente: maldad de Trump, cambio climático, idoneidad del neoliberalismo, maravillas de la socialdemocracia... como los que lo niegan. Yo por mi parte, con mis lógicas limitaciones y contradicciones, soy escéptico con todo; sin embargo, si veo un animal con cuatro patas, hembra, que muge, da leche y vive en los prados asturianos, puedo afirmar que debe tratarse de una vaca.
Un saludo, Carlos.
Así es Cayetano, si es blanco y en botella, debe de ser leche. Por lo tanto, y dado que los tiempos están cambiando como siempre ha sido, conviene espabilar y adaptarse en lo que se pueda a lo que se nos viene encima.
EliminarUn saludo.
Esto es algo así como la medicina basada en la evidencia. Me refiero a que si lo veo lo creo (como Santo Tomas). El caso es que ese pensamiento vende. Como decía Cayetano hay una manada y otra (incluso en cosas tan fútiles como si te gusta Juego de Tronos o no)...Y algunos se frotan las manos...Has visto las camisetas de las protestas?? Dicen algo así como: "Yo voté por Clinton" ya ves como se forran...
ResponderEliminarSaludos
El caso de las manadas es como ser del Real Madrid o ser del Barça. En cualquier caso, los dos clubes ganan dinero y el aficionado lo gasta. A mi no me gusta el fútbol, pero si estos clubes cotizaran en bolsa, a lo mejor les compraba acciones. Y dejaría a las manadas que gritaran en los estadios...
EliminarSaludos