No casarse es una opción a considerar por estas 6 buenas razones.
No todos necesitan ni tienen la voluntad de casarse y ponerse el anillo en el dedo.
Generalmente se asume que una persona casada tendrá siempre alguien a su lado, ya sea para bien o para mal. Pero solo quiero aclarar que aunque no te cases, siempre puedes tener una persona para lo mejor o para lo peor, alguien de quien depender, alguien que amamos, con quien podemos reír, luchar juntos, echar de menos y confiar y dar confianza. Porque no casarse no significa estar solo y no estar rodeado de amigos, amantes, hermanos, vecinos y colegas. Simplemente no estás casado. Tal vez estás inmerso en una relación. O tal vez esa relación solo dure dos años. Quizás seas como yo: estás en una relación de diez años y con la esperanza de que dure toda la vida. Tal vez no deseas en absoluto estar en pareja.
En cambio, prefieres encontrar a amigos alrededor de una buena comida, viajar por carretera y hacer amistad con extraños, trabajar para causas sociales, nadar en el mar o tocar el violín en un grupo de aficionados. No es necesario estar casado para obtener todas las cosas que se supone que te da un matrimonio: una vida llena de experiencias y de intimidad.
2. No casarse porque el amor es un misterio...
Y el matrimonio, por definición, es un contrato puro y simple. Yo no quiero o necesito que mi amor esté limitado por papeles o términos legales. Lo que hace la belleza del amor es que no está definido y que es constantemente cambiante.
3. No casarse porque la verdadera seguridad viene cuando conoces tu verdadera personalidad y te quieres pase lo que pase.
A veces la vida no es de color de rosa y el matrimonio no cambia en nada lo anterior. Ser y sentirse alguien seguro, sin embargo, te hace soportable el pasar por tiempos difíciles. Me siento seguro con mis hijos, que me hacen morir de risa cada vez que canto algo a nuestro perro. Le doy las gracias a mi pareja cuando lee mi mente y adivina que me muero por comer unas patatas fritas que acaba de comprar camino a casa desde la oficina. Doy las gracias a mi mejor amiga, cuando ella comprende estoy exhausto y me envía un poema. Sentirse reconocido y amado por las personas que te rodean (amantes, colegas, amigos) proporciona la máxima seguridad. No es necesario estar casado para disfrutar.
4. No casarse porque todavía puedes tener un anillo.
Cuando uno de mis amigos celebró sus 40 años hizo una lista de boda con artículos de menaje del hogar y organizó una fiesta de “no matrimonio”. Primero pensé que sería un tipo raro y egoísta y entonces me di cuenta: todos los casados reciben regalos en sus listas de bodas, ¿por qué se iba a negar este placer mi amigo soltero? ¿Y por qué no a mí mismo? Me refiero, no exactamente a menaje del hogar, sino a estos aspectos que me gustan de los rituales del matrimonio como la ceremonia en sí misma o en los aniversarios del matrimonio. Porque después de estar con mi novia durante cinco años, me di cuenta que estaba buscando algo más tradicional: un símbolo tangible de nuestra conexión, algo debo tener conmigo en todo momento y que pudiera tocar. Tímidamente le dije que quería un anillo y me encontró uno maravilloso.
No casarse por 6 buenas razones |
5. No casarse porque puede salir mal.
Mi amiga y yo hemos estado juntos durante 10 años, y cuando pasamos momentos difíciles (como todas las parejas) sentí un alivio al ver que nada nos obligaba a permanecer juntos, aparte de nuestro deseo de hacer funcionar la relación. Somos libres para romper en cualquier momento si la convivencia nos resulta demasiado difícil. Es un pensamiento estimulante y paradójico. Durante nuestros momentos más tristes, más feos y más desesperados, esta realidad me ha consolado, porque me dio la voluntad de centrarme otra vez en mi pareja.
6. No casarse porque siempre se puede contraer matrimonio el año próximo. O el siguiente. O el de después.
Yo no soy un activista anti-matrimonio. Y esto no es una medida cautelar, es sólo una lista. Ya he estado casado, y de verdad, mi pareja y yo no nos prohibimos el casarnos algún día. No sabemos todavía cuando nos gustaría tener una acreditación legal, pero estamos abiertos a esa posibilidad. En ese sentido, esa es la razón: permanecemos abiertos al mismo tiempo a nuestra visión del matrimonio y a nuestra relación. Espero permanecer abierto y estar continuamente receptivo a nuevas ideas, pensamientos, impresiones y experiencias, a los demás y a nosotros mismos. No importa si estás en una relación a largo plazo, si estás sufriendo de una ruptura, empezando una nueva relación o si viajas solo: nadie sabe lo que pasará en el futuro. Por eso estamos avanzando en este terreno, conscientes de los límites de nuestra incertidumbre y motivados por la aventura.
El riesgo de que salga mal siempre está ahí.
ResponderEliminarAlgunos de momento nos vamos librando.
Aunque peor lo veo en el tema de la paternidad. Conozco muchísima gente que no saben actuar como padres responsables. ¿Habría que hacer un examen psicotécnico?
Un saludo, Carlos.
Lo del examen me parece una buena idea. Extensible a cargos electos... y a votantes, ya que estamos en faena. De todas formas, hay algo que está muy claro: la mayor causa de divorcios es el matrimonio.
EliminarUn saludo, Cayetano.
El matrimonio es un contrato, que ambas partes deben cumplir, incluso sin haberlo firmado. Un papel no hace matrimonio y es posible que una relación de hecho vaya incluso mejor que la primera. Todo depende del cariño que le pongas para hacer que funcione. De lo contrario...
ResponderEliminarSaludos Carlos
Tienes toda la razón. De hecho, cada vez es mas frecuente que los matrimonios sean contratos tipo capitulaciones, mas o menos como si se formara una sociedad.
EliminarSaludos, Manuel
Ok.
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