Ir al contenido principal

Buscador

11 formas de ayudar a los demás

Muchas personas y animales sufren todos los días. Hay muchas maneras de ayudarlos, pero eso depende de reconocer su situación y entender cuál es la mejor manera de ayudar.  

Ser compasivos y hábiles no es suficiente, también necesitamos ser generosos con nuestro tiempo y tener autodisciplina, paciencia, perseverancia, concentración y sabiduría. 


Aquí presentamos once formas de ayudar a los demás. Estas no solo ayudan a quienes lo necesitan, sino que también nos ayudan a romper nuestro caparazón de soledad y a que nuestra vida sea más significativa.

11 formas de ayudar a los demás
11 formas de ayudar a los demás

1. Ayudar a aquellos que sufren


Necesitamos cuidar a aquellos que están enfermos, discapacitados o que padecen dolor. Si vemos que alguien está batallando con una carga pesada o una tarea difícil, nos ofrecemos para compartir su carga.  

2. Guiar a aquellos que están confundidos acerca de cómo ayudarse a sí mismos


Si lo solicitan, ofrecemos consejo a aquellos que están confundidos en torno a qué hacer en situaciones difíciles, o al menos ofrecemos nuestra escucha. Si nuestro perro o gato están atrapados en una habitación, abrimos la puerta para que puedan salir. Incluso aplicamos este consejo cuando una mosca está sobrevolando la ventana. La mosca no quiere estar en nuestra habitación, quiere salir, así que le abrimos la ventana para que escape.

3. Retribuir la bondad de quienes nos han ayudado


Es importante valorar todo el trabajo de quienes hacen que el mundo gire y tratar de ayudarlos, como a nuestros padres, quienes han hecho tanto por nosotros. Esto debe hacerse con gratitud sincera, no solo como producto de sentimientos de culpa o de obligación. 

4. Consolar y proteger a quienes están sobrecogidos por el miedo


Tratamos de hacer lo mejor que podamos para consolar a las personas y a los animales que están asustados. Si alguien necesita ir a algún lugar peligroso en donde pueda salir lastimado, nos ofrecemos a acompañarlo y protegerlo. A los refugiados que han escapado de pasados violentos, les brindamos seguridad y los ayudamos a establecerse. Aquellos que han sido traumatizados por la guerra o por alguna forma de abuso, necesitan especialmente nuestra comprensión y ayuda para sanar sus heridas emocionales. 

5. Consolar a aquellos que están abrumados por algún duelo


Cuando las personas están en duelo por un divorcio o por la pérdida de un ser querido, tratamos de consolarlas de forma compasiva. No adoptamos una actitud condescendiente, “oh, pobre de ti”, sino que tratamos de ponernos en sus zapatos y compartir su dolor.

6. Dar ayuda material a los desfavorecidos


Es bueno dar donaciones a instituciones de caridad, pero también es importante dar a los mendigos que encontramos en la calle. Necesitamos superar cualquier reticencia que tengamos, especialmente si el mendigo luce tan sucio y poco atractivo que ni siquiera queremos mirarlo, ya no digamos sonreírle y tratarlo con respeto. Imaginemos si esa persona que vive en la calle fuera nuestra abuela o nuestro hijo: ¿cómo podemos simplemente evitarlos con frialdad, como si fueran un pedazo de basura maloliente?  

7. Introducir el Darma a aquellos que están apegados a nosotros


También necesitamos trabajar para ayudar a aquellos que quieren estar con nosotros todo el tiempo. No queremos que se vuelvan dependientes, pero si tienen una conexión muy fuerte con nosotros, podemos tratar de ayudarles enseñándoles los métodos budistas básicos para alcanzar la felicidad y ayudar a los demás, pero solo si muestran interés en ello. No se trata de convertir a la gente, sino de proveer ayuda general y consejo. De esta forma, podemos hacer que la relación sea significativa.

8. Ayudar a los demás de acuerdo con sus deseos


Deberíamos intentar ayudar a los demás de forma que sea adecuada para ellos. Si alguien nos pide que le enseñemos algo, aun si no es nuestra actividad favorita, si es apropiado para ellos y podemos hacerlo, lo hacemos de la mejor forma que podamos. Es como cuando vamos a un restaurante con nuestros amigos: es desconsiderado y egoísta que siempre insistamos en comer lo que a nosotros nos gusta; también podemos aceptar lo que otros quieren algunas veces. Como en una relación de pareja, necesitamos llegar a un acuerdo entre lo que nosotros queremos y lo que quiere la otra persona. No todo tiene que ver siempre con nosotros y con lo que nos gusta.

9. Alentar a quienes llevan una vida digna


Podemos ayudar elogiando a aquellos que llevan una vida digna, personas que siguen un camino positivo y que hacen un buen trabajo, al tiempo que somos cuidadosos de no fortalecer su arrogancia. Esto es especialmente importante cuando tratamos con aquellos que tienen baja autoestima. En el caso de aquellos con buenas cualidades que ya son arrogantes, podemos alabarlos en presencia de otros, pero no frente a ellos. Aún los alentamos a usar sus habilidades para beneficiar a los demás, pero también los ayudamos a disminuir su arrogancia al señalarles cualquier error que cometan. 

10. Enseñar conducta constructiva a aquellos que llevan vidas destructivas


Si nos encontramos con personas que llevan vidas muy negativas y destructivas, nunca debemos simplemente descartarlas, rechazarlas o condenarlas. En lugar de juzgar a las personas, deberíamos de intentar mostrar formas para superar la conducta negativa, si es que están abiertos a cambiar. 

11. Cuando todo lo demás falle, utilizar cualquier habilidad extraordinaria que tengamos 


Algunos de nosotros tenemos habilidades que están más allá de lo ordinario. Es posible que seamos expertos en artes marciales, pero no presumimos ante los demás. Aun así, si viéramos que alguien está siendo atacado, deberíamos usar nuestras habilidades para vencer al atacante, si no hay otra forma de detenerlo.

Hay muchas formas de beneficiar a los demás. La habilidad es saber no solo cómo ayudar y a quién ayudar, sino también cuándo ofrecer tal ayuda y cuándo hacernos a un lado para que los demás puedan aprender por sí mismos. Aquellos que están claramente sufriendo, sea física o mentalmente, necesitan nuestro cuidado inmediato. Pero la ayuda debe aplicarse en la medida correcta, ni mucho ni poco. Necesitamos ayudar a los desafortunados a ponerse en pie de nuevo, pero quizás la mejor ayuda a largo plazo sea proveer las condiciones y las herramientas a los demás para que sean capaces de continuar y cuidarse a sí mismos.

Comentarios

  1. 12.- Recomendarles el dejarse llevar por la razón -meditar, razonar, sopesar, valorar- y no por los sentimientos o la visceralidad. En cualquier conflicto o situación lo más fácil es perder los papeles.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy cierto y cada vez mas frecuente. Lo de "Homo Sapiens" tiene cada vez menos de "Sapiens" y mas de emotividad.

      Un saludo.

      Eliminar
  2. Ayudo a los demás desde mi profesión. Hay quienes quieren dejarse ayudar, más hay quienes no quieren que les ayuden...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A quienes no quieren que les ayuden... déjalos ir. Me dijo una vez un cura que nunca hagas un favor a quien o te lo pide, o te ganarás un enemigo.

      Saludos

      Eliminar
  3. Practicar el altruism y la ayuda lo fortalece a uno mismo estoy convencido,

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La testosterona

La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los hombres y en los ovarios de las mujeres, aunque en menor cantidad.  La testosterona es la hormona que regula el deseo sexual. Si tenemos en cuenta que las mujeres producen entre 0,1 y 0,4 mg al día frente a los hombres que lo hacen entre 5 y 7 mg diarios, entenderemos porque la mujer es más emocional y el hombre es más sexual. Ver  Suplementos de testosterona: todo lo que necesitas saber Normalmente la mujer pone el foco en el amor y el hombre en la sexualidad; por supuesto y como en todo, hay excepciones. Por este motivo la forma de llegar a la sexualidad de la mujer será darle muchos detalles de amor, mientras que al revés para que nazca el deseo de amar en un nombre será necesario que sexualmente se sienta satisfecho. Por supuesto esto no es una receta, ni debe ser una obligación, pero conocernos nos ayuda a entendernos y a satisfacernos. La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los homb

¿Eres de los que le pasa el plato al mesero?

Un gesto que algunos hacemos de forma natural, sin pensarlo. La publicación original fue escrita por el profesor y escritor Enrico Galiano BASADO EN UNA HISTORIA REAL. Serví como camarero durante once años. Entre las muchas cosas que he aprendido está, que el mundo se divide en dos categorías: 1.- los que pasan el plato al camarero, y 2.-los que no pasan el plato al camarero. Ver  Algunas reglas sociales que pueden ayudarte Los que te pasan el plato son los que te ven, se dan cuenta que estás ahí. Normalmente incluso dicen "GRACIAS, como si les estuvieran haciendo un favor. Un gesto gratis, no cuesta nada. Pero un gesto que lo dice todo. Siempre me han encantado los que te pasan su plato porque casi siempre son personas con humildad , reconocen tu dignidad, no tratan al camarero como a un siervo, saben cuánta suerte hay en estar sentados ahí comiendo y disfrutando. En mi vida me encontré en la mesa con mucha gente: escritores, políticos, a veces incluso personajes de televisión, y

La amante

Unos años después de que yo naciera, mi padre conoció a una extraña recién llegada a nuestro pequeño pueblo. Desde el principio, mi padre estaba fascinado con esa encantadora novata y luego la invitó a vivir con nosotros. La extraña aceptó y, sorprendentemente, ¡mi madre también! Mientras crecía, en mi mente joven, ella ya tenía un lugar muy especial. Mi madre me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi padre me enseñó a obedecer. Pero la extraña era más fuerte, nos encantó durante horas hablando de aventuras y misterios. Ella siempre tenía respuestas a cualquier cosa que quisiéramos saber. ¡Sabía todo del pasado, del presente e incluso podía predecir el futuro! Lo molesto era que no podíamos estar en desacuerdo con ella. ¡Ella siempre tuvo la última palabra! Ella fue quien llevó a mi familia al primer partido de fútbol. Nos hizo reír y llorar. La extraña casi nunca dejaba de hablar, pero mi padre la amaba. Mi madre que incluso estaba celosa, nos dijo

Gemidos

Los gemidos de las mujeres durante el sexo se conocen como respuesta copulatoria femenina. Ver  10 verdades sobre el sexo de las que nunca hablamos La respuesta copulatoria femenina es, de hecho, un aspecto intrigante del comportamiento humano. Aunque es un fenómeno bien conocido, todavía hay desacuerdo sobre su ascendencia evolutiva. Según algunos académicos, podría haber evolucionado como un medio para que las mujeres indicaran su preparación para la actividad sexual y para mejorar sus probabilidades de tener hijos. Es interesante pensar que el sonido de los gemidos puede ser antiguo. Históricamente, a las mujeres se les ha exigido que permanezcan mudas durante el sexo en varias sociedades, ya que vocalizar el placer de una persona se consideraba inmoral o humillante. Sin embargo, la vocalización durante el coito se promovió activamente en algunas culturas, como la antigua China y Japón, como un método para mejorar la experiencia de ambos miembros de la pareja. Independientemente de

Te llevara 3 minutos leer y te servirá para toda la vida

Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia. No eres Tú, soy Yo... ¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?... Ver  Cómo mejorar tu vida en 7 pasos ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?... ¿Culpables? Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permi