Espero que 20 mentiras del feminismo actual sea de utilidad para todos los hombres y mujeres que creen en la verdadera igualdad.
Es hora de que entre todos podamos revertir esta deriva moderna donde lo natural es criminalizado, lo aberrante es lo normal y lo injusto es lo legal.
No hace mucho tiempo escuchaba atentamente cómo el socialista Pedro Sánchez proclamaba en sus mítines que las mujeres cobran un 27 % menos que los hombres por realizar el mismo trabajo y me lo creía; al igual que creía a los periodistas de la Sexta cuando afirmaban, con rotundidad, que existen solamente un 0,01 % de denuncias falsas por violencia de género. Un día me puse a investigar las cifras con las que nos bombardean a diario tanto políticos como periodistas y descubrí cómo el feminismo actual está construido sobre mentiras.
20 mentiras del feminismo actual – Juan R. González Álvarez |
Así pues, no es cierto que las mujeres cobren menos por realizar el mismo trabajo o que el número total de denuncias falsas sea tan bajo. Estas mentiras forman parte de un mecanismo de ingeniería social diseñado para favorecer a sectores políticos y económicos neomarxistas.
Este conciso libro es un resumen del resultado de mis investigaciones sobre lenguaje inclusivo, brecha salarial, techos de cristal, LIVG, denuncias falsas, pruebas de acceso para mujeres y cuotas de género.
Para empezar, cabe destacar que no todos los feminismos son iguales. Se podría contabilizar como primera mentira el que medios y políticos intenten convencernos de la existencia de un único feminismo y de que el movimiento apenas ha variado a lo largo de la historia. Nada más lejos de la realidad, existen tres o cuatro etapas históricas del feminismo, y mientras el feminismo original buscaba la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, descubriremos a lo largo de este libro cómo el movimiento feminista de nuestros días ya no busca la igualdad.
Las tres (o cuatro) olas del feminismo
Los estudios europeos sitúan el origen del feminismo en el año 1673 con la publicación de La igualdad de los dos sexos por parte de François Poullain de la Barre, considerado el padre del feminismo, y se extiende hasta mediados del siglo XIX, en torno a la polémica sobre la naturaleza de la mujer, con autoras como Mary Wollstonecraft defendiendo en su obra Vindicación de los derechos de la mujer que las mujeres no son inferiores a los hombres y que deberían recibir el mismo trato. Este fue el feminismo de primera ola.
La segunda ola feminista comienza con el movimiento sufragista iniciado en 1848 cuando sesenta y ocho mujeres y treinta y dos hombres firmaron la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls. Durante este período, el feminismo se concentró en el logro del derecho al sufragio femenino y a la educación superior, aunque más adelante abarcó una amplia variedad de temas tales como la sexualidad, el trabajo fuera del hogar, la familia y la reproducción.
La tercera ola feminista llegó en la década de los años sesenta y hay distintas opiniones respecto a su finalización. Mientras que algunos sostienen que la tercera ola sigue vigente hasta nuestros días, otros afirman que finalizó en los años ochenta y fue reemplazada por una cuarta ola feminista. Además, los estudiosos anglosajones ofrecen una cronología diferente de la que he descrito aquí; por ejemplo, para ellos la tercera ola comenzó en la década de los noventa en vez de los sesenta.
Éstas son cuestiones puramente académicas y en este libro nos referiremos al movimiento contemporáneo como feminismo actual, independientemente de si lo consideramos una tercera o una cuarta ola e independientemente de la fecha que se tome como su concepción. Lo que nos importa es lo que dice y lo que promueve este movimiento en la actualidad.
Creo en el feminismo que me enseño mi mamá, el practica mi esposa y mi hija, es decir, trabajo para que realmente seamos iguales y no estar tonteando, al enseñar partes del cuerpo pintar sobre que exterminaran a los hombres...
ResponderEliminarCreo en el feminismo de Madame Curie y su hija, el de Margaret Thatcher o de Angela Merkel. Incluso el que practicó Michelle Obama cuando fue primera dama.
Falta mucho en muchos campos, pero no significa que todos seamos así.
Saludos Carlos
Una cosa es el feminismo que me citas, con el que estoy de acuerdo y otra el feminismo de pose, postureo y subvención que parece ser el que impera.
EliminarSaludos, Manuel.