Es particularmente importante capacitarse para invertir. Empezar a actuar sin haber entrenado a menudo se paga (¡por cierto, en todos los sentidos de la palabra!).
La formación, que puede parecer aburrida, a veces es cara. Sin embargo, la formación es fundamental, sea cual sea el campo. Veamos juntos por qué.
Errores relacionados con la falta de conocimientos y habilidades
¿Por qué es importante capacitarse para invertir? Sencillamente porque corremos el riesgo de cometer errores al hacer las cosas sin dominarlas. Y porque estos errores pueden ser costosos. En el mercado de valores, las malas elecciones o las elecciones basadas en malos consejos pueden hacer que se desvanezca la mayor parte de tu capital ganado con tanto esfuerzo.
Cuando somos conscientes de que no sabemos lo suficiente en un área, tenemos tres opciones:
- Actúa de todos modos mientras te arriesgas a cometer grandes errores, un poco como el Modo Tarzán con un cuchillo en el cinturón.
- Llamar a un “experto” para que nos aconseje o actúe en nuestro nombre
- Tómate un tiempo para entrenar, posponiendo el paso a la acción hasta que hayas dominado suficientemente el tema, en este caso, el capacitarse para invertir.
Hacer cosas sin capacitarse para invertir
La primera elección es, según la zona, a veces sin mayores consecuencias a largo plazo (probar un plato nuevo sin seguir una receta, por ejemplo). Pero cuando se trata de invertir, es una elección bastante suicida que es un poco como jugar a la ruleta rusa: si tienes suerte, estarás bien. Por un tiempo al menos.
En el sector inmobiliario, por ejemplo, un error puede costar decenas de miles de euros y afectar a tu capacidad de financiación (o incluso a tu capacidad para honrar tu préstamo) durante muchos años.
Llamar a un experto
La segunda opción es llamar a personas que tengan experiencia y preguntarles:
- Asesoramiento para guiarnos en nuestras acciones: CGP (Wealth Management Advisor), o CIF (Financial Investment Advisor).
- Actuar con gestión de inversiones delegada
En el primer caso, ten cuidado con quién hablas. Por ejemplo, pedirle consejo al primo de tu vecino que ya ha invertido en bolsa y le preguntas: «Estoy ahorrando 250€/mes, ¿qué puedo hacer con eso?» no es una buena idea. Ir a ver a tu banquero tampoco, porque generalmente actuará como un simple comercial, para venderte los productos de su banco (que a menudo están llenos de tarifas).
También ten cuidado con los conflictos de interés. Por mucho que sea preferible ir a ver a un médico cuando uno está enfermo, ir a ver a un banquero, a un corredor o a un CGP-CIF no independiente para invertir no es lo mejor que se puede hacer.
¿Por qué? Porque existe un conflicto de intereses entre tú y tu banquero/corredor/asesor. Algunos profesionales son remunerados sobre un porcentaje de su capital. Quieren que este porcentaje sea lo más alto posible, lo que va en contra de tu interés ya que cuanto mayor sea su comisión, más tendrás que pagar y menos ganarás.
Es como si a un médico lo pagaran las empresas farmacéuticas… por lo que se recomienda acudir a un CGP o CIF independiente, que no recibirá comisión de productos por su asesoramiento.
En el segundo caso, puedes confiar tu dinero a un administrador o a un robo-asesor que invertirá por ti, por unas pocas tarifas adicionales. Eso sí, cuidado, se ha demostrado que un gestor que invierte tu dinero obtendrá la mayoría de las veces una rentabilidad inferior a la del mercado (así que si también se lleva una buena parte de tu rentabilidad, ¡estás en una mala situación!).
Tómate un tiempo de capacitarse para invertir
Queda la opción de entrenar, una opción que requiere hacer dos concesiones a corto plazo :
- Acordar posponer el paso a la acción durante un tiempo
- Dedicar tiempo, incluso dinero, para adquirir los conocimientos/habilidades necesarios
Ambas servidumbres se compensarán a largo plazo con mejores resultados y/o evitando problemas futuros.
Por ejemplo, aprender los oficios (carpintería, electricidad, fontanería, etc.) antes de empezar a trabajar en una casa te evitará tener que volver a ella más tarde por todo lo que has hecho mal, y así ahorrarás tiempo y dinero.
De igual forma, capacitarse para invertir en bolsa tendrá beneficios a largo plazo. Por ejemplo, evaluar correctamente el nivel de tolerancia al riesgo y definir claramente los objetivos y el horizonte de inversión te ayudará a evitar que el capital se derrita en un 50 % en la próxima caída del mercado. Y por lo tanto, también para evitar mucho estrés y todas las malas decisiones que resultarían de ello.
El entrenamiento a menudo parece obvio
¿Quién soñaría con escalar un acantilado de 100 m de altura sin haber tomado clases de escalada? ¿Intentas reparar tu coche sin saber nada de mecánica? ¿O cruzar la selva amazónica sin interesarse por las técnicas de supervivencia en un entorno hostil?
En muchas áreas, la capacitación parece obvia. En otras, lo es mucho menos. Sin embargo, la capacitación suele ser igual de útil en estas otras áreas. Capacitarse para invertir no es una excepción.
Al invertir, los peligros son menos predecibles, pero potencialmente igual de devastadores. La mayoría de la gente no tiene educación sobre este tema. Sin embargo, todo el mundo maneja dinero y mucha gente invierte.
Personalmente, tomé alternativamente las tres opciones posibles para mis inversiones: comencé solo sin capacitación, luego recurrí a profesionales (aquellos que tienen el límite del experto pero no los resultados que lo acompañan). Y finalmente, opte el capacitarse para invertir para hacerlo bien.
Voy a detallar todo lo que implicó para mí pasar por estas tres opciones.
Como en todas las actividades humanas hay que "entrenar", dedicarle tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
No es muy aconsejable el emprender una actividad sin dominar por lo menos lo básico. No hay más que ver los que nos gobiernan desde hace muchos años...
EliminarSaludos.
Como refiere Cayetano: Hay que aprender y entrenar.
ResponderEliminarSoy neófito en esto. Conocimientos tipo "usuario", pero lo estrictamente necesario...
Toca aprender en estos tiempos complicados
Saludso Carlos
Me temo que tendremos que aprender más. Los intereses de las cuentas corrientes y de los depósitos son ridículos. Si lo que obtienes de tu dinero no supera a la inflación, estás perdiendo poder adquisitivo a toda velocidad.
EliminarSaludos, Manuel