Cómo aprender de los errores y fracasos de otros con el análisis post-mortem
El análisis post-mortem es una técnica que
consiste en examinar los factores que contribuyeron al éxito o al fracaso de un
proyecto, una iniciativa, una decisión o una situación.
El objetivo es identificar las lecciones aprendidas y las acciones de mejora que se pueden aplicar en el futuro.
El análisis post-mortem se suele realizar al
finalizar un ciclo de trabajo, pero también se puede hacer en cualquier momento
que se considere oportuno. Por ejemplo, cuando se produce una crisis, un cambio
importante, un conflicto o una oportunidad.
Ver Los principios de la estrategia de Robert Greene y cómo ponerlos en práctica
El análisis post-mortem no es solo una herramienta para evaluar el propio desempeño, sino también para aprender de los errores y fracasos de otros.
Ventajas
- Permite ampliar la perspectiva y la
comprensión de los problemas y las soluciones.
- Ayuda a evitar cometer los mismos errores o
a repetir las mismas situaciones no deseadas.
- Fomenta la innovación y la creatividad al
inspirarse en las experiencias de otros.
- Refuerza la cultura de aprendizaje y mejora continua en la organización o el equipo.
Cómo hacerlo
Para realizar un análisis post-mortem
efectivo, se recomienda seguir estos pasos:
1. Definir el objeto de análisis. Se debe
especificar qué se va a analizar, cuál fue el resultado esperado y cuál fue el
resultado real. También se debe establecer el alcance, el periodo y los
participantes del análisis.
2. Recopilar información. Se debe recoger
toda la información relevante sobre el objeto de análisis, tanto cuantitativa
como cualitativa. Por ejemplo, datos, documentos, testimonios, opiniones,
feedback, etc.
3. Identificar los factores clave. Se debe
analizar la información recopilada y determinar los factores que influyeron
positiva o negativamente en el resultado. Se pueden clasificar en internos o
externos, controlables o incontrolables, previsibles o imprevisibles, etc.
4. Extraer las lecciones aprendidas. Se debe
sintetizar lo que se ha aprendido de cada factor clave, tanto lo que se hizo
bien como lo que se hizo mal o se pudo hacer mejor. Se debe destacar lo que se
puede replicar o mejorar en el futuro.
5. Proponer acciones de mejora. Se debe
definir qué acciones se van a implementar para aplicar las lecciones aprendidas
y evitar los errores o fracasos en el futuro. Se debe asignar responsables,
plazos y recursos para cada acción.
El análisis post-mortem es una práctica muy
útil para aprender de los errores y fracasos de otros y mejorar el propio
desempeño. Sin embargo, para que sea efectivo, se debe realizar con rigor,
objetividad, honestidad y apertura. También se debe fomentar una actitud
positiva y constructiva, sin buscar culpables ni juzgar a nadie. Así, se podrá
aprovechar al máximo el potencial de aprendizaje que ofrece esta técnica.
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