Esta foto se difundió por todo el mundo y no dejó indiferente a nadie. Estamos en 1987, en la ciudad de Zabrze, Polonia.
La fotografía captura el momento después de una operación de trasplante de corazón de 23 horas. Imagínese 23 horas bajo la tensión más fuerte de los brazos, las piernas y todo el cuerpo, porque un pequeño error puede costarle la vida al paciente. Y en ese momento no había ningún equipo de alta precisión que controlara el trabajo de los médicos. La operación fue realizada por un personal altamente calificado, el cirujano cardíaco polaco Zbigniew Religa.
En la foto, se sienta muy cansado y mira los indicadores: cómo funciona el nuevo corazón del paciente. Incluso un día después del inicio de la operación, siente una gran responsabilidad sobre sus hombros. Si te fijas bien, su cansado asistente está durmiendo en el extremo derecho. La foto transmite tanto lo que está sucediendo en el quirófano que parece que estuvieras allí. El hombre que yace en la mesa de operaciones es el profesor Tadeusz Żytkiewicz.
En 1987, Żytkiewicz tuvo una insuficiencia cardíaca aguda. Para entonces, ya había sufrido tres infartos. Tenía alrededor de 60 años y todos los médicos a los que acudió en busca de ayuda coincidieron en que a esa edad no se podía soportar una operación tan compleja. Pero Żytkiewicz ya no podía caminar y, por lo tanto, escribió al Dr. Religa. Solo tres frases: "Soy profesor. Tengo el corazón enfermo. Estoy pidiendo ayuda". Y el médico accedió a ayudarlo. "Por favor, ven", le respondió el doctor. La operación fue un éxito.
El profesor vivió otros 30 años después de la operación y dejó este mundo de viejo a los 91 años.
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Asombroso, no sabia nada de esa proeza, como no se difundio a traves de añoos, de operaciones del corazon lp q, mas me entere fur del dr Barnad !
ResponderEliminarMaravilloso. Que profesional de alta especialización es el cardiólogo que operó al profesor con tanto éxito. Tal vez sea un caso único.
ResponderEliminarCon tanto avance tecnológico hoy en día, dudo que lo hubieran operado.
ResponderEliminarEsa foto puede ser actual en muchos quirófanos del tercer mundo, no solo los cirujanos cardiovasculares salvan vidas, aunque otras cirugías sean más cortas , y la identidad de los pacientes no sea tan relevantes...
ResponderEliminarPues agradezco sinceramente a todos los médicos que no se rinden sin luchar o sin intentarlo al menos, conozco bien la diferencia entre un médico vocacional y un médico que se dedica a la medicina por el prestigio y el dinero . Hace ya años en Santiago se negaron a operar a mi abuela de la cadera alegando que ya tenía 84 años y que la vida humana tenía un límite, palabras textuales del médico, mi abuela sufría mucho y mis tíos se la llevaron a Barcelona donde la operaron en una clínica privada, desde luego, operación que tuvo que pagar con su pensión pero por lo menos dejo de sufrir, murió casi a los 95 años.Hay médicos, medic… y los aquí estoy yo!!!
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