Carlos Rodríguez es un hombre al que le falta una parte considerable de su cráneo y también su cerebro. Nació como un niño normal.
Pero cuando era adolescente se juntó con malas compañías y bebía y tomaba drogas.
Cuando tenía 14 años, estando borracho y drogado, robó un coche con el que se estrelló y atravesó el parabrisas. Luego se golpeó la cabeza contra el asfalto.
Llegó a un estado en el que otras personas se convierten en "vegetales".
Pero los médicos le extirparon gran parte del cráneo y del cerebro. Cómo se les ocurrió esto es un misterio para mí. A mí me parece un experimento.
Lo curioso es que Carlos está más o menos igual que antes después de todo esto.
Responde a las preguntas de manera adecuada, todavía conserva toda su memoria y ha conservado su vida emocional.
Los científicos de hoy en día no tienen una explicación precisa de cómo vivir casi sin un cerebro y mantener la mayoría de las funciones mentales.
Una hipótesis en la comunidad científica es que los nervios de la zona abdominal sustituyen parcialmente al cerebro. En otras palabras, nuestro cerebro intestinal.
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Por lo visto, la masa que perdió no era su cerebro, pues nunca lo tuvo. Hay que ver su desordenada vida antes y después del accidente.
ResponderEliminarVictorino
Totalmente
ResponderEliminarSi se puede vivir sin lóbulos frontales. Ya sea por traumas o tumores benignos, dónde se extirpan los lóbulos.
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