Todos nos hemos encontrado alguna vez con personas difíciles en nuestro trabajo, nuestra familia o nuestro círculo social. Aprende a lidiar con ellas.
Personas que nos hacen sentir incómodos, frustrados o enojados con su forma de actuar, hablar o pensar. Personas que nos desafían, nos critican o nos ignoran. ¿Cómo podemos lidiar con estas situaciones sin perder la calma, la paciencia o el respeto? Ver Lo que nunca te enseñaron
Guía tutorial sobre cómo tratar con personas difíciles
1. Identifica el tipo de persona difícil que tienes enfrente
No todas las personas difíciles son iguales, ni tienen las mismas motivaciones o intenciones. Algunas pueden ser agresivas, otras pasivas, otras manipuladoras, otras negativas, etc. Cada una de ellas requiere una estrategia diferente para tratarla. Por ejemplo, si te enfrentas a una persona agresiva, lo mejor es mantener la calma y no entrar en su juego de provocaciones.
Si te enfrentas a una persona pasiva, lo mejor es animarla a expresar sus opiniones y sentimientos. Si te enfrentas a una persona manipuladora, lo mejor es establecer límites claros y no dejarte influir por sus chantajes emocionales. Si te enfrentas a una persona negativa, lo mejor es mostrarle el lado positivo de las cosas y no dejarte contagiar por su pesimismo.
Ver Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer
2. Empatiza con la persona difícil
Tratar de entender el punto de vista, las emociones y las necesidades de la persona difícil puede ayudarte a comprender mejor su comportamiento y a reducir tu reacción negativa hacia ella. Además, al mostrar empatía puedes generar un clima de confianza y respeto mutuo, que facilita la comunicación y la colaboración. Para empatizar con la persona difícil, puedes usar técnicas como la escucha activa, el parafraseo, el reflejo emocional o el feedback positivo.
Por ejemplo, si la persona difícil te dice que está muy estresada por el trabajo, puedes decirle algo como: "Entiendo que estés estresada por el trabajo, debe ser muy duro tener tanta presión y responsabilidad. ¿Qué te ayuda a relajarte cuando te sientes así?".
3. Sé asertivo con la persona difícil
La asertividad es la habilidad de expresar tus opiniones, sentimientos y derechos de forma clara, directa y respetuosa, sin agredir ni someterte a los demás. Ser asertivo con la persona difícil te permite defender tu posición sin entrar en conflicto ni ceder ante sus demandas o críticas.
Para ser asertivo con la persona difícil, puedes usar técnicas como el uso del "yo", el disco rayado, el banco de niebla o el acuerdo asertivo. Por ejemplo, si la persona difícil te pide que hagas algo que no te corresponde o que no quieres hacer, puedes decirle algo como: "Yo entiendo que necesites mi ayuda, pero no puedo hacer eso porque tengo otras prioridades/porque no es mi responsabilidad/porque no me siento cómodo haciéndolo".
Ver Cómo evitar que se aprovechen de ti
4. Busca soluciones ganar-ganar con la persona difícil
En muchas ocasiones, las personas difíciles pueden tener intereses o necesidades opuestos o incompatibles con los tuyos, lo que genera situaciones de conflicto o tensión. En estos casos, lo mejor es buscar soluciones que satisfagan a ambas partes, sin que nadie salga perdiendo o ganando más que el otro. Ver Las 20 leyes de la astucia
Para buscar soluciones ganar-ganar con la persona difícil, puedes usar técnicas como la negociación, la mediación o el brainstorming. Por ejemplo, si la persona difícil quiere hacer algo de una forma diferente a la tuya, puedes decirle algo como: "Veo que tenemos formas distintas de hacer esto, ¿qué te parece si buscamos una forma intermedia que nos funcione a los dos?".
5. Mantén una actitud positiva frente a la persona difícil
Aunque tratar con personas difíciles puede ser muy desgastante y frustrante, es importante que no pierdas tu optimismo y tu sentido del humor. Mantener una actitud positiva frente a la persona difícil te ayuda a relativizar el problema, a no tomarte las cosas de forma personal y a encontrar el lado bueno de la situación. Además, al transmitir una actitud positiva puedes influir positivamente en la persona difícil, y hacer que cambie su actitud o su comportamiento.
Para mantener una actitud positiva frente a la persona difícil, puedes usar técnicas como el autoelogio, el pensamiento positivo, el humor o la gratitud. Por ejemplo, si la persona difícil te hace un comentario ofensivo o desagradable, puedes decirte a ti mismo algo como: "No voy a dejar que esto me afecte, sé que soy una persona valiosa y que hago un buen trabajo. Además, seguro que tiene un mal día o algún problema personal que le hace actuar así. Voy a intentar ayudarle en lo que pueda, y si no, al menos voy a sonreírle y agradecerle su interés".
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