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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

8 perfiles de trepas y arribistas

Los trepas y los arribistas son personas que buscan ascender en el ámbito laboral sin importarles los medios ni las consecuencias. 

Se caracterizan por tener una ambición desmedida, un egoísmo extremo y un individualismo feroz.

Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer
Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer
Algunos psicólogos los consideran una variante de la psicopatía y los llaman "personalidad autopromotora aberrante". 

Ver también La estrategia del hombre rata

Algunos ejemplos de trepas y arribistas son:

El que se aprovecha de los logros ajenos para atribuírselos y destacar ante sus superiores.

Una de las formas en que un trepa o un arribista puede aprovecharse de los logros ajenos para atribuírselos y destacar ante sus superiores es la siguiente:

- Identificar a una persona que tenga un trabajo o un proyecto exitoso y que sea reconocida por su desempeño.

- Acercarse a esa persona con falsas muestras de admiración, interés o amistad, y ofrecerle su ayuda o colaboración.

- Aprovechar la confianza o la simpatía que haya generado para acceder a información privilegiada sobre el trabajo o el proyecto de la persona.

- Usar esa información para copiar, plagiar o sabotear el trabajo o el proyecto de la persona, o para presentarlo como propio ante los superiores.

- Desacreditar o difamar a la persona ante los superiores o los compañeros, para restarle mérito a sus logros y resaltar los propios.

- Repetir el proceso con otras personas hasta conseguir el ascenso o el reconocimiento deseado.

Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer

El que difunde rumores falsos o calumnias sobre sus compañeros para eliminarlos de la competencia.


Una de las estrategias más comunes y despreciables de estos individuos es difundir rumores falsos o calumnias sobre sus compañeros para eliminarlos de la competencia y hacerse con el favor de sus superiores. Para lograr su objetivo, el arribista o el trepa se vale de diversas tácticas, como por ejemplo:

- Aprovecharse de la confianza o la amistad de sus compañeros para obtener información personal o profesional que pueda usar en su contra.
- Inventar o exagerar defectos, errores o faltas de sus compañeros y comunicarlos a sus superiores o a otros colegas de forma malintencionada.
- Crear o alimentar conflictos entre sus compañeros para generar un ambiente de desconfianza y división en el equipo de trabajo.
- Hacerse pasar por una víctima o un héroe ante sus superiores o ante otros colegas para ganarse su simpatía y su apoyo.
- Desacreditar o minimizar los logros, las capacidades o las contribuciones de sus compañeros y resaltar los propios.
- Sabotear o entorpecer el trabajo de sus compañeros para hacerlos quedar mal o retrasar sus proyectos.

Estas son solo algunas de las formas en que un arribista o un trepa puede difundir rumores falsos o calumnias sobre sus compañeros para eliminarlos de la competencia. 


Estas acciones no solo perjudican a las personas afectadas, sino también a la organización, ya que deterioran el clima laboral, reducen la productividad y la calidad del trabajo, y generan desmotivación y rotación del personal. Por eso, es importante identificar y frenar a estos individuos antes de que causen más daño.
Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer

El que se muestra servil y adulador con sus jefes, pero desprecia y maltrata a sus subordinados.

Un arribista o un trepa es una persona que busca ascender en la escala social o laboral a cualquier precio, sin importarle los medios que emplea ni las consecuencias que genera. Para lograr su objetivo, suele mostrarse servil y adulador con sus jefes, pero despreciando y maltratando a sus subordinados. ¿Cómo lo hace?

Ver 4 tipos de jefes tóxicos y cómo manejarlos

Una de las estrategias que utiliza el arribista es la de "el compañero adulador", que consiste en halagar constantemente al jefe autoritario, apoyar sus decisiones sin cuestionarlas y hacerle creer que es el mejor líder posible. De esta forma, se gana su confianza y su favor, y se convierte en su aliado y cómplice. El arribista también aprovecha para informar al jefe de todo lo que ocurre en el equipo de trabajo, especialmente de los errores o desacuerdos de los demás, actuando como un chivato que busca desprestigiar a sus compañeros.

Otra estrategia que emplea el arribista es la de "el carisma de autoridad", que se basa en proyectar una imagen de poder, confianza y respeto ante los demás. El arribista se viste, habla y actúa como si fuera superior a los demás, y utiliza el lenguaje corporal para imponer su presencia y su dominio. También se aprovecha del efecto halo, que hace que las personas atribuyan cualidades positivas a alguien que tiene una característica destacada o admirada. Si vemos que los demás le muestran respeto, presupondremos que esa persona ejerce un alto cargo y es alguien a quien se debe respetar por lo que ha hecho o lo que hace para con la sociedad o un grupo concreto de personas.

Finalmente, el arribista también recurre a la "violencia psicológica" para intimidar, humillar y someter a sus subordinados. El arribista les grita, les insulta, les amenaza, les ignora o les excluye del grupo. También les sobrecarga de trabajo, les impone plazos imposibles, les cambia las tareas sin previo aviso o les quita el mérito de sus logros. Con estas acciones, el arribista busca generar miedo, inseguridad y baja autoestima en sus subordinados, para que no se atrevan a cuestionarle ni a competir con él.

El que se salta las normas éticas y legales para conseguir sus objetivos, sin importarle el daño que pueda causar a la organización o a la sociedad.

Un arribista puede saltarse las normas éticas y legales para conseguir sus objetivos de varias formas, como por ejemplo:

- Aprovecharse de las debilidades o errores de los demás para obtener ventajas o beneficios personales.

- Mentir, manipular o engañar a las personas que confían en él o ella para obtener su apoyo o favorecer sus intereses.

- Hacer uso de la violencia, la intimidación o el chantaje para eliminar obstáculos o imponer su voluntad.

- Corromper, sobornar o comprar la voluntad de las personas que tienen poder o influencia para obtener favores o privilegios.

- Adular, halagar o elogiar falsamente a las personas que pueden ayudarle o promocionarle en su carrera o posición social.

- Cambiar de opinión, de actitud o de lealtad según le convenga o según cambien las circunstancias.

- Ocultar, tergiversar o falsear la información que maneja para crear una imagen favorable de sí mismo o de su trabajo.

Ver Gente tóxica

Estas son solo algunas de las posibles estrategias que puede utilizar un arribista para saltarse las normas éticas y legales para conseguir sus objetivos. Sin embargo, este tipo de comportamiento suele tener consecuencias negativas tanto para el arribista como para la organización o la sociedad en la que actúa, como por ejemplo:

- Perder la confianza, el respeto o la credibilidad de las personas que le rodean o que dependen de él o ella.

- Generar conflictos, tensiones o rivalidades con otras personas que se sienten amenazadas, traicionadas o perjudicadas por sus acciones.

- Provocar daños materiales, morales o sociales a la organización o a la sociedad a la que pertenece, como por ejemplo: pérdida de calidad, de eficiencia, de reputación, de clientes, de recursos, etc.

- Enfrentarse a sanciones, demandas o procesos legales por parte de las personas o entidades afectadas por sus actos ilícitos o inmorales.

- Sufrir estrés, ansiedad, culpa o remordimiento por las consecuencias de sus acciones o por el temor a ser descubierto o desenmascarado.

Por todo ello, se puede afirmar que el arribismo es una forma poco ética y poco inteligente de progresar en la vida, ya que implica sacrificar valores, principios y relaciones humanas por un beneficio temporal e incierto, que puede acabar convirtiéndose en un perjuicio permanente y seguro.

Los 8 perfiles de trepas y arribistas que debes conocer

El que se alía con otros trepas para formar una red de influencias y favores que le beneficie.


Para lograr su objetivo, un arribista suele aliarse con otros trepas que comparten su misma ambición y falta de escrúpulos. Juntos, forman una red de influencias y favores que les beneficie mutuamente, aprovechándose de las oportunidades, los recursos y las personas que encuentran en su camino. 

Un arribista no tiene lealtad ni principios, solo se guía por su propio interés y el de sus aliados. Su estrategia consiste en halagar, manipular, engañar, traicionar y eliminar a cualquiera que se interponga en su ascenso o que pueda suponer una amenaza para su posición. 

Por ejemplo, un arribista puede fingir ser amigo de un jefe o un cliente importante para obtener información privilegiada o favores especiales. O puede difamar o sabotear a un compañero o rival que tenga más méritos o capacidad que él. O puede cambiar de bando o de opinión según le convenga, sin importarle la coherencia o la ética.

El que se inventa títulos, méritos o experiencias que no tiene para impresionar a sus superiores o clientes.

Para lograr sus objetivos, un arribista o un trepa suele inventarse títulos, méritos o experiencias que no tiene para impresionar a sus superiores o clientes, aprovechando las lagunas o deficiencias de los sistemas de evaluación o selección.

¿Cómo hace un arribista o un trepa para inventarse títulos, méritos o experiencias que no tiene? Algunas de las estrategias que puede utilizar son las siguientes:

- Falsificar documentos o certificados que acrediten una titulación, una formación o una experiencia que no posee. Por ejemplo, presentar un diploma falso de una universidad extranjera, un curso de especialización inexistente o un contrato de trabajo ficticio.

- Mentir sobre sus funciones, responsabilidades o logros en trabajos anteriores o actuales. Por ejemplo, atribuirse el mérito de proyectos o iniciativas que no ha realizado o en los que ha tenido una participación mínima o irrelevante.

- Exagerar o adornar sus capacidades, habilidades o conocimientos en áreas relacionadas con su ámbito profesional. Por ejemplo, afirmar que domina un idioma extranjero cuando solo tiene un nivel básico o intermedio, que tiene competencias informáticas avanzadas cuando solo sabe usar programas básicos o que tiene experiencia en sectores o campos que desconoce.

- Aprovecharse de la confianza, la buena fe o la ignorancia de sus interlocutores para hacerles creer que tiene una trayectoria profesional brillante, exitosa o prestigiosa. Por ejemplo, alardear de haber trabajado con personas o empresas reconocidas, de haber recibido premios o distinciones importantes o de haber participado en eventos o actividades relevantes.

- Recurrir a contactos, influencias o recomendaciones de personas con poder o autoridad para obtener ventajas o beneficios en su carrera profesional. Por ejemplo, pedir favores a amigos, familiares o conocidos que ocupen cargos de responsabilidad, utilizar su red de contactos para acceder a oportunidades laborales o hacer uso de su posición para presionar o manipular a otros.

El que se hace pasar por víctima o mártir para ganarse la compasión o el apoyo de los demás.

Una de las estrategias que puede utilizar para lograr su objetivo es hacerse pasar por víctima o mártir, es decir, presentarse como alguien que sufre injustamente por una causa noble o por defender sus principios. De esta manera, pretende ganarse la compasión o el apoyo de los demás, que pueden sentirse identificados con su supuesto dolor o admirar su supuesta valentía.

Para hacerse pasar por víctima o mártir, el arribista o el trepa puede recurrir a varias tácticas, como:

- Exagerar o inventar situaciones de conflicto, acoso, discriminación o violencia que le afecten personal o profesionalmente.

- Manipular o tergiversar la información, los hechos o las palabras de otras personas para presentarse como el agredido o el incomprendido.

- Buscar aliados o cómplices que le respalden o le defiendan ante los demás, aunque sea con mentiras o falsos testimonios.

- Aprovecharse de las emociones o los sentimientos de culpa de los demás para obtener beneficios o favores.

- Victimizarse constantemente y quejarse de todo, sin asumir su responsabilidad ni buscar soluciones.

- Desacreditar o atacar a quienes le cuestionen, le critiquen o le pongan obstáculos en su camino, acusándoles de ser los verdaderos culpables o enemigos.

Estas son algunas de las formas en las que un arribista o un trepa puede hacerse pasar por víctima o mártir y ganarse la compasión o el apoyo de los demás. Sin embargo, esta actitud puede tener consecuencias negativas tanto para él como para los que le rodean, como:

- Perder la credibilidad y la confianza de los demás, si se descubre su engaño o su manipulación.

- Generar un clima de tensión, desconfianza y hostilidad en su entorno social o laboral.

- Dañar la reputación y la imagen de otras personas inocentes o de la organización a la que pertenece.

- Sufrir un desgaste emocional y psicológico por mantener una farsa constante y vivir en el conflicto y la mentira.

El que sabotea el trabajo de sus compañeros para hacerlos quedar mal o retrasarlos en sus proyectos.

Un arribista o un trepa es una persona que busca ascender en su carrera profesional a costa de los demás, sin importarle los medios que utiliza ni las consecuencias que genera. Para sabotear el trabajo de sus compañeros y hacerlos quedar mal o retrasarlos en sus proyectos, un arribista o un trepa puede recurrir a varias estrategias, como:

- Desacreditar el trabajo de sus compañeros ante los superiores, resaltando sus errores, exagerando sus fallos o inventando problemas que no existen.

- Apropiarse del mérito del trabajo de sus compañeros, presentándose como el responsable o el líder de un proyecto, ocultando la contribución de los demás o minimizando su importancia.

- Dificultar el trabajo de sus compañeros, entorpeciendo la comunicación, retrasando la entrega de información o recursos, generando conflictos o malentendidos o creando un ambiente de tensión o desconfianza.

- Manipular el trabajo de sus compañeros, alterando los datos, los documentos o los resultados, introduciendo errores o sabotajes, borrando o eliminando información o evidencia o cambiando los criterios o las normas.

Estas son algunas de las formas en que un arribista o un trepa puede sabotear el trabajo de sus compañeros y hacerlos quedar mal o retrasarlos en sus proyectos. Estas conductas son poco éticas y perjudiciales para el clima laboral y el rendimiento de la organización. Por eso, es importante detectar y denunciar a los arribistas o trepas y evitar caer en sus trampas.


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