Si los planes de Hitler y Stalin se hubieran cumplido, el mapa de Europa y posiblemente del mundo habría sido radicalmente diferente, con una expansión territorial sin precedentes por parte de ambos dictadores. Hitler, con su ideología de la supremacía aria y su ambición de crear un "Reich de mil años", aspiraba a conquistar vastas regiones, comenzando con Europa. Su principal objetivo era el Este, concretamente la Unión Soviética, que veía como el espacio vital ("Lebensraum") para la expansión alemana. En su visión, países como Polonia, Ucrania y otras regiones eslavas debían ser sometidos y colonizados, con sus poblaciones sometidas o eliminadas. También intentó conquistar el Oeste, invadiendo Francia, los Países Bajos, Bélgica y más tarde tenía la ambición de invadir el Reino Unido, aunque sus esfuerzos fracasaron en la Batalla de Inglaterra. Además de Europa, Hitler tenía planes de extender su influencia a otras partes del mundo. Había indicios de que, de haber