Durante la Segunda Guerra Mundial, el teniente Charles Brown, piloto estadounidense de un bombardero B-17, vivió una extraordinaria experiencia que desafiaría las expectativas de la guerra y forjaría una amistad improbable décadas después. Ver Masacre de EEUU sobre Tokio El 20 de diciembre de 1943, Brown pilotaba su B-17, apodado "Ye Olde Pub", en una misión de bombardeo sobre Bremen, Alemania. Tras un feroz combate aéreo, su avión quedó gravemente dañado y aislado en el espacio aéreo enemigo. La situación era crítica: el combustible escaseaba peligrosamente, la mitad de su tripulación estaba herida, el artillero de cola había fallecido y el avión apenas se mantenía en el aire debido a los numerosos impactos recibidos. En tierra, el as de la Luftwaffe Franz Stigler se preparaba para despegar en su Messerschmitt Bf-109. Stigler estaba a solo una victoria de obtener la Cruz de Caballero, la más alta condecoración alemana al valor. Al ver pasar el maltrecho B-17 de Brown, Stigl