Jim llamó a su jefe y le dijo: —Jefe, hoy no voy a poder ir a trabajar. Me siento fatal… Me duele la cabeza, el estómago y las piernas. No puedo ni levantarme de la cama. El jefe suspiró y respondió: —Jim, hoy realmente te necesito. Mira, cuando yo me siento así, voy a ver a mi esposa y le pido que hagamos el amor apasionadamente. Después de eso, me siento como nuevo y voy a trabajar sin problema. ¿Por qué no lo intentas? Dos horas más tarde, Jim llamó de nuevo y dijo con entusiasmo: —¡Jefe, tenía razón! Me siento increíblemente bien. ¡Ya mismo voy para allá! Hizo una pausa y añadió con una risa pícara: —Por cierto… bonita casa la que tienes. 😏 Y tú, ¿qué opinas? Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!