Pocas personas saben cómo terminó sus días el padre de la Revolución Rusa. Lenin sufrió un derrame cerebral el 25 de mayo de 1922, que le provocó una parálisis parcial en el lado derecho de su cuerpo, hasta el punto de que tuvo que aprender a escribir con la mano izquierda, lo que afectó significativamente muchas de sus capacidades. Evidentemente, la noticia de su estado de salud no se difundió ni siquiera entre todos los miembros de las altas esferas del partido, ya que era impensable considerar a Lenin como una figura vulnerable, capaz de enfermar y morir como cualquier otro ciudadano. Ver Stalin mató de hambre a 7 millones de ucranianos El 6 de marzo de 1923, tras sufrir un segundo derrame, Lenin perdió la capacidad de comunicarse, y finalmente, una parálisis completa lo llevó a la muerte el 21 de enero de 1924. Muchos líderes soviéticos, en sus memorias y discursos, afirmaron haber mantenido intensas y reveladoras conversaciones con Lenin durante los meses entre sus ataques, pero