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El árbol de los problemas

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se estropeó y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas; abrazo a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. El árbol de los problemas  Posteriormente me acompaño hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes. ‘Oh, ese es mi árbol de problemas’, contesto. Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los probl

Expectativas sobre la vida

Cuentan que cuando los jóvenes monjes ingresaban al monasterio, les preguntaban qué esperaban de aquello. Tres jóvenes, que habían coincidido en el camino, empezaron su formación el primer día con el maestro más veterano. El maestro les preguntó: - ¿Qué esperáis de la vida?. El primer joven respondió que siempre había admirado a los maestros, pues personas de todo el mundo recorrían miles de kilómetros para encontrarse con ellos y que les diesen consejo.  "Me gustaría ser un  gran maestro, famoso en regiones y comarcas", recalcó. Expectativas sobre la vida El segundo de ellos contestó que provenía de una familia muy humilde donde apenas les llegaba el sustento. " Quiero ser un gran maestro para tener dinero suficiente para ayudar a familiares, amigos y conocidos con mis riquezas", concluyó. El tercer joven comentó que había oído cómo los mejores maestros tenían poderes extraordinarios. " Me gustaría llegar a tener un gran poder"

El Barquero y el Estudiante

Un día, un joven estudiante naturalista sube con su auto a una vieja barca comandada por un viejito, de cuerpo fuerte y alma curtida. En el viaje el joven, sorprendido por la inmensidad de paisajes del lugar, se bajó de su auto y le pregunto al viejito que estaba ocupado con su trabajo: El Barquero y el Estudiante -Buen día señor, veo que usted lleva mucho que esta en este trabajo. – Si, toda mi vida fui barquero - ¿Y siempre recorrió este mismo camino que estamos recorriendo ahora mismo? - Si, es un camino muy transitado, que me deja el dinero necesario para vivir. - Entonces sabrá usted que son esas hermosas piedras que veo a la orilla, ¿Cómo se llaman? - No señor, disculpe que no sepa responderle, pero no se como se llaman esas hermosas piedras… - Ahhh, entonces, amigo, ha perdido una gran parte de su vida por no conocer la amplia variedad de estas piedras hermosas. El barquero, sin saber que responder, siguió dirigiendo la balsa, mientras el

La mujer del juez

El severo juez Hidalgo contrae matrimonio con la joven y frágil Casilda. Desde una azotea Nicolás Vidal, prófugo de la justicia, contempla la escena... Adaptación del relato del mismo nombre escrito por Isabel Allende y publicado en su libro “Cuentos de Eva Luna”. Nicolás Vidal siempre supo que perdería la vida por una mujer. Lo pronosticaron el día de su nacimiento, pero no imaginó que la causa sería Casilda, la esposa del Juez Hidalgo. La divisó por primera vez el día que llegó al pueblo a casarse y no la encontró atractiva. Transparente, con la mirada huidiza y unos dedos finos, le resultaba inconsistente como un puñado de ceniza. Conociendo bien su destino, se cuidaba de las mujeres, limitándose a encuentros rápidos para burlar la soledad. Observó a la señorita de la capital cuando ésta bajo del coche el día de su matrimonio y como todos los habitantes del pueblo, Vidal pensó que la novia no aguantaría el clima, las manías o el mal humor del solterón de su marido. El Ju

Un niño arregla el mundo

Un científico, vivía con preocupación todos los problemas del mundo. Estaba decidido a encontrar por todos los medios una solución. Pasaba días en su laboratorio, en busca de respuestas. Cierto día, su hijo de 7 años, invadió su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarle a encontrar esa ansiada solución. Un niño arregla el mundo El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera distraer su atención: Encontró una revista, donde había un mapa del mundo, ¡justo lo que precisaba! Con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de cinta, diciendo: Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te voy a dar el mundo en pequeños pedazos, para que lo repares. El científico pensaba, quizás se demoraría meses en resolverlo, o quizás nunca lo lograse, pero por lo menos, le dejaría tranquilo por un tiempo; pero no fue así. Pas

El anillo del Rey

Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo: - "He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles.  Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo". El anillo del Rey Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey. El rey tenía muy próximo

El caballo y el cerdo

Un rico hacendado coleccionaba caballos y sólo le faltaba uno de determinada raza. Un día se dio cuenta que su vecino tenía éste determinado caballo, así que trató día tras día de convencerlo de que se lo vendiera hasta que por fin lo consiguió. Un mes después que hiciera la compra el caballo enfermó y llamó al veterinario quien le dijo “su caballo tiene un virus y es necesario que tome este medicamento por tres días consecutivos, luego de ese tiempo veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho entonces no queda mas remedio que sacrificarlo”. Un cerdito escuchaba la conversación. El caballo y el cerdo Al día siguiente después que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito se acercó a el y le dijo “¡fuerza amigo! ¡levántate de ahí, o vas a ser sacrificado!”. Al otro día luego que el veterinario le dio el medicamento al caballo y se fue, el cerdito nuevamente se acercó a éste y le dijo “¡vamos mi gran amigo! ¡levántate, sino vas a morir!, ¡vamo

El valor

-“Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa, que no tengo fuerzas para hacer nada. Todos me dicen que soy una calamidad, que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy bastante tonto… ¿Cómo puedo mejorar?…¿Qué puedo hacer para que me valoren más?” El maestro, sin mirarle le dijo: – “!Cuánto lo siento, pequeño saltamontes!. No puedo ayudarte, porque debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mí, podría resolver el tema con más rapidez y luego, tal vez te pudiera ayudar.”. – “Encantado”– titubeó el muchacho, aunque una vez más sintió que volvía a ser desvalorizado y vio sus necesidades otra vez postergadas. El valor – “Bien”, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique izquierdo y dándoselo al chico, agregó: – “Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debes vender este anillo y trata de obtener por él la mayor suma posible, pero nunca aceptes menos de una moneda de oro. Ve