Blondi, el fiel pastor alemán de Adolf Hitler, fue protagonista de una de las historias más desgarradoras de los últimos días del dictador en el Führerbunker.
En su desesperación final, Hitler cometió un último acto de crueldad: probar las cápsulas de cianuro en su amada perra para asegurarse de que funcionaran 💊🐕.
Blondi llegó a su vida como un regalo de Martin Bormann en 1941, y rápidamente se convirtió en su compañera inseparable. Según su secretaria personal, Gertraud Junge, el dictador encontraba consuelo en pasear y jugar con ella en sus momentos más oscuros.
Pero la paranoia lo consumía. Desconfiaba de todos, especialmente tras la traición de Heinrich Himmler. Temiendo que el veneno fuera defectuoso, Hitler ordenó probarlo en Blondi el 29 de abril de 1945. La perra murió al instante 💔.
Al día siguiente, Hitler y Eva Braun también tomaron las cápsulas, poniendo fin a sus vidas️. El destino de los cachorros de Blondi fue igualmente trágico: fueron ejecutados junto con otros perros del búnker 😢.
Esta historia mezcla tragedia y crueldad, un recordatorio sombrío de los últimos días del régimen nazi y de cómo incluso los inocentes fueron víctimas de la locura humana.
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Opino como la enorme mayoría, que éste fue un horrible monstruo mal nacido y un verdadero castigo para la humanidad. La maldad de sus actos, es inconmensurable.
ResponderEliminarPobre perrita ,pobres cachorros y pobres los demás perros,que pena de morir así.De este esquizofrénico paranoide y de esta otra retrasada mental,pues,como los hay actualmente,que gobiernan muchos países y son unos verdaderos enfermos mentales,sin diagnosticar,sin tratamiento ,matando gratuitamente a inocentes y cualquier día son capaces de tirar alguna bomba nuclear,solo para complacerse y haciendo el máximo mal posible
ResponderEliminar.Actualmente siguen habiendo gente cruel como este