Wendy era la novia del jefe del departamento, aunque no era su esposa. Le consiguió un trabajo de secretaria en el departamento, y el plan era que ella se quedara allí.
Wendy, joven, arrogante y estúpida como era, inmediatamente comenzó a abusar de su posición privilegiada desde el primer día.
Se esforzó por mostrar sus evidentes talentos (piensa en mostrar pezones visibles debajo de camisas transparentes sin sostén, piensa en rodillas con faldas muy cortas con o sin braga debajo: las obras), se negó a hacer cualquier tipo de cosa que estuviera remotamente relacionada con el trabajo, y leyó ostentosamente periódicos y revistas durante las horas de trabajo.
La otra secretaria tenía que hacer todo el trabajo de las dos, y la odiaba. Y Wendy, en lo suyo...
Wendy también mandaba a sus compañeros como si ella misma fuera la jefa del departamento, y en cierto sentido lo era, aunque solo fuera un poco.
Esto continuó durante un par de años, hasta que el presidente se vio obligado a dejar el departamento después de haber sido atrapado en algunos asuntos ilegales (que implicaban gastar grandes cantidades de dinero de subvenciones en empresas personales). Y esto lo cambió todo: su cúpula de hierro personal había desaparecido y ella estaba básicamente sola (pero incluso entonces no lo entendía).
Poco después de que se nombrara a un nuevo presidente, Wendy fue despedida del departamento después de una breve pero amarga disputa legal. Por primera vez en su vida, sus talentos le habían fallado...
Y ella seguía sin entender.
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