Ir al contenido principal

Buscador

Cómo funciona la suerte y de qué manera puedes cambiarla a tu favor

Aunque no seamos supersticiosos, debemos reconocer que la suerte existe, ya que de ello depende nuestro éxito profesional. 


Diversas investigaciones nos recuerdan por qué deberíamos creer en ella. No es que exista un orden detrás del azar, sino que nuestras decisiones influyen la suerte que tenemos. 

Cómo funciona la suerte y de qué manera puedes cambiarla a tu favor

Cómo funciona la suerte y de qué manera puedes cambiarla a tu favor

El autor de Nadie nace con suerte (Temas de Hoy) se encuentra detrás de algunas de la investigaciones más influyentes sobre la fortuna, y su tesis cada vez es más refrendada por estudios de todo pelaje. Para Wiseman, autodefinido como un escéptico, la suerte es un producto de nuestros pensamientos y de nuestro comportamiento. No se trata de algo con lo que nazcamos o no, pero sí una cualidad que podemos desarrollar. ¿De qué manera?

Las características de los afortunados


En su gran experimento, Wiseman se propuso identificar qué es lo que distinguía a las personas con buena y mala suerte a través del análisis de las trayectorias personales, creencias y cualidades psicológicas de 400 voluntarios que abarcaban desde un adolescente de 18 años hasta un jubilado de 84, seleccionados entre sectores tan distintos como la medicina, el trabajo en la fábrica o el cuidado del hogar. ¿Qué era lo que determinaba su éxito y su fracaso? Al contrario de lo que muchos racionalistas podrían haber sospechado, no se trataba de haber disfrutado de un golpe de suerte en algún momento de sus carreras, sino de haber mantenido una actitud consistente. Wiseman identificaba estas cuatro cualidades que definían a las personas afortunadas:

  • Tienen una gran habilidad a la hora de crear o identificar las buenas oportunidades.
  • Toman buenas decisiones haciendo caso a su intuición.
  • Crean profecías autocumplidas a partir de las expectativas positivas.
  • Adoptan una actitud resiliente que transforma la mala suerte en buena.

De entre todas ellas, el efecto Pigmalión (o profecía autocumplida) es la que mejor resume de qué manera funciona la suerte. Aquellas personas que consideran que van a fracasar suelen mantener una actitud más tensa y ansiosa frente a los retos de la vida, lo que provoca, a su vez, que su habilidad para reparar en lo inesperado se reduzca. Por el contrario, las que piensan que son afortunados suelen lanzarse a aceptar retos o a probar suerte.

Un experimento realizado por el propio Wiseman ilustra bien esta dicotomía. El investigador pidió a los participantes en su estudio que contasen las fotografías que aparecían en un periódico. En mitad del mismo, y sin previo aviso, el psicólogo había introducido un anuncio que ocupaba la mitad de la página y en el que se podía leer la solución al enigma: “Deja de leer, hay 43 fotos”. Además, había otro en el que decía “Dile al investigador que has visto esto y gana 250 dólares”. Aquellas personas que formaban parte de los afortunados repararon en ambos anuncios, mientras que aquellos que pensaban que tenían a los hados en su contra los pasaban por alto y llegaban hasta la última página. 

Las buenas rachas sí existen, y esta es la demostración


La tesis de Wiseman, que viene a decir algo así como que la suerte llama a la suerte, han sido refrendadas por otras investigaciones recientes, que abordan aspectos concretos del azar, como los juegos de casino o los deportes. Piense en un partido de fútbol. Habrá partes del mismo en las que los jugadores parezcan incapaces de marcar un gol al arcoíris, mientras que en otras, quizá después de haber anotado un tanto o haber estrellado el balón en la madera, parecerá que de repente les sale todo. No ha sido su forma física lo que ha cambiado, ni la disposición táctica, ni la preparación mental. Pero, de improviso, parecen tener mucha mejor fortuna. ¿Qué ha ocurrido?

Esto es lo que intentó explicar un estudio publicado por tres investigadores de la Universidad de Harvard, con el objetivo de demostrar que las buenas rachas del béisbol (conocidas como Hot-Hand) sí existen, después de que psicólogos de Stanford lo desmintiesen durante los años ochenta. Y, efectivamente, estas rachan se explican, puesto que un buen resultado hace que los jugadores intenten golpes más difíciles, de igual forma que el jugador de fútbol comienza a soltarse después de conseguir un gol a su favor. Aquellos bateadores en racha tenían hasta un 30% más de probabilidades de realizar un buen golpe que en circunstancias normales.

Aún más llamativo resulta un estudio realizado por Juemin Xu y Nigel Harvey del University College de Londres, que se centró en el mundo de las apuestas, y que intentó explicar por qué la gente que se encuentra en racha suele obtener mejores resultados, así como por qué a los que les va mal suelen ir a peor. No se trata de ninguna mano invisible, sino del sesgo cognitivo conocido como la falacia del jugador. Esta consiste en que los jugadores creen inconscientemente en que la suerte al final lo equilibra todo, por lo que aquellos que habían vencido en las últimas apuestas tendían a comportarse de forma más cautelosa, mientras que aquellos que estaban perdiendo sentían que la suerte estaba en deuda con ellos, por lo que tendían a apostar más fuerte.

El resultado ahondaba en dichas tendencias: los que habían ganado y eran precavidos, seguían ganando, y los que apostaban mal, perdían aún más dinero. En definitivas cuentas, la suerte es una cuestión de percepción relacionada con nuestro sistema de creencias. Quizá lo mejor sea olvidar nuestros prejuicios occidentales y, como propone la periodista Carlin Flora en un artículo publicado en Aeon Magazine, adoptar la visión que tienen los chinos. Para estos, no se trata de elegir entre trabajo o fortuna, entre lo que conseguimos por nuestros propios medios y nos viene dado. Al contrario, el sistema de creencias oriental favorece el trabajo duro entre aquellos que han nacido bajo el signo de la buena suerte. 

Fuente:  http://bit.ly/1xBbRJ7

Comentarios

  1. Es una cuestión de actitud...siempre es así...

    Saludos Carolus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Actitud y aptitud para aprovechar las ocasiones favorables.

      Saludos, Manuel

      Eliminar
  2. Yo no soy supersticioso porque trae mala suerte.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es algo parecido a ser ateo por la gracia de Dios (que es muy gracioso).

      Un saludo.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La testosterona

La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los hombres y en los ovarios de las mujeres, aunque en menor cantidad.  La testosterona es la hormona que regula el deseo sexual. Si tenemos en cuenta que las mujeres producen entre 0,1 y 0,4 mg al día frente a los hombres que lo hacen entre 5 y 7 mg diarios, entenderemos porque la mujer es más emocional y el hombre es más sexual. Ver  Suplementos de testosterona: todo lo que necesitas saber Normalmente la mujer pone el foco en el amor y el hombre en la sexualidad; por supuesto y como en todo, hay excepciones. Por este motivo la forma de llegar a la sexualidad de la mujer será darle muchos detalles de amor, mientras que al revés para que nazca el deseo de amar en un nombre será necesario que sexualmente se sienta satisfecho. Por supuesto esto no es una receta, ni debe ser una obligación, pero conocernos nos ayuda a entendernos y a satisfacernos. La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los homb

¿Eres de los que le pasa el plato al mesero?

Un gesto que algunos hacemos de forma natural, sin pensarlo. La publicación original fue escrita por el profesor y escritor Enrico Galiano BASADO EN UNA HISTORIA REAL. Serví como camarero durante once años. Entre las muchas cosas que he aprendido está, que el mundo se divide en dos categorías: 1.- los que pasan el plato al camarero, y 2.-los que no pasan el plato al camarero. Ver  Algunas reglas sociales que pueden ayudarte Los que te pasan el plato son los que te ven, se dan cuenta que estás ahí. Normalmente incluso dicen "GRACIAS, como si les estuvieran haciendo un favor. Un gesto gratis, no cuesta nada. Pero un gesto que lo dice todo. Siempre me han encantado los que te pasan su plato porque casi siempre son personas con humildad , reconocen tu dignidad, no tratan al camarero como a un siervo, saben cuánta suerte hay en estar sentados ahí comiendo y disfrutando. En mi vida me encontré en la mesa con mucha gente: escritores, políticos, a veces incluso personajes de televisión, y

La amante

Unos años después de que yo naciera, mi padre conoció a una extraña recién llegada a nuestro pequeño pueblo. Desde el principio, mi padre estaba fascinado con esa encantadora novata y luego la invitó a vivir con nosotros. La extraña aceptó y, sorprendentemente, ¡mi madre también! Mientras crecía, en mi mente joven, ella ya tenía un lugar muy especial. Mi madre me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi padre me enseñó a obedecer. Pero la extraña era más fuerte, nos encantó durante horas hablando de aventuras y misterios. Ella siempre tenía respuestas a cualquier cosa que quisiéramos saber. ¡Sabía todo del pasado, del presente e incluso podía predecir el futuro! Lo molesto era que no podíamos estar en desacuerdo con ella. ¡Ella siempre tuvo la última palabra! Ella fue quien llevó a mi familia al primer partido de fútbol. Nos hizo reír y llorar. La extraña casi nunca dejaba de hablar, pero mi padre la amaba. Mi madre que incluso estaba celosa, nos dijo

Gemidos

Los gemidos de las mujeres durante el sexo se conocen como respuesta copulatoria femenina. Ver  10 verdades sobre el sexo de las que nunca hablamos La respuesta copulatoria femenina es, de hecho, un aspecto intrigante del comportamiento humano. Aunque es un fenómeno bien conocido, todavía hay desacuerdo sobre su ascendencia evolutiva. Según algunos académicos, podría haber evolucionado como un medio para que las mujeres indicaran su preparación para la actividad sexual y para mejorar sus probabilidades de tener hijos. Es interesante pensar que el sonido de los gemidos puede ser antiguo. Históricamente, a las mujeres se les ha exigido que permanezcan mudas durante el sexo en varias sociedades, ya que vocalizar el placer de una persona se consideraba inmoral o humillante. Sin embargo, la vocalización durante el coito se promovió activamente en algunas culturas, como la antigua China y Japón, como un método para mejorar la experiencia de ambos miembros de la pareja. Independientemente de

Te llevara 3 minutos leer y te servirá para toda la vida

Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia. No eres Tú, soy Yo... ¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?... Ver  Cómo mejorar tu vida en 7 pasos ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?... ¿Culpables? Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permi