El partido republicano de Estados Unidos atraviesa una profunda crisis interna que amenaza con paralizar el funcionamiento del Congreso y provocar el cierre del Gobierno federal.
La causa
de esta situación es la división entre el ala más moderada y pragmática del
partido, liderada por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy,
y el sector más radical y trumpista, encabezado por el representante por
Florida Matt Gaetz. ¿Qué está pasando en el partido republicano de EEUU?
1. La rebelión de los trumpistas
Los republicanos más fieles al expresidente Donald Trump han lanzado una ofensiva para desbancar a McCarthy del cargo de presidente de la Cámara baja, al que acusan de ser demasiado blando con los demócratas y de no defender los intereses del partido. Para ello, han bloqueado la aprobación de las leyes presupuestarias para el año fiscal que empieza el 1 de octubre, lo que podría dejar sin fondos a la Administración pública y obligar a suspender el sueldo de cientos de miles de funcionarios.
Los trumpistas también se oponen al plan de infraestructuras impulsado por el presidente Joe Biden, que cuenta con el apoyo de algunos senadores republicanos moderados. Según ellos, se trata de un derroche innecesario que aumentará la deuda pública y favorecerá a los estados demócratas. Además, critican las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno para contener la pandemia de covid-19, como la obligatoriedad de la vacunación o el uso de mascarillas.
2. La resistencia de los moderados
Frente a esta actitud beligerante, los republicanos más moderados y pragmáticos tratan de mantener una cierta cooperación con los demócratas para evitar el colapso del Congreso y del Gobierno. El líder de este sector es Kevin McCarthy, que ha intentado negociar con la oposición un paquete presupuestario mínimo que permita mantener abiertos los servicios públicos esenciales y evitar el cierre del Gobierno.
McCarthy también ha defendido el plan de infraestructuras como una oportunidad para mejorar las carreteras, puentes, aeropuertos y redes eléctricas del país, así como para crear empleo y estimular la economía. Asimismo, ha mostrado una postura más flexible respecto a las medidas sanitarias contra el covid-19, reconociendo la importancia de la vacunación y el uso de mascarillas.
3. El futuro del partido republicano
La división interna del partido republicano refleja la influencia que sigue teniendo Donald Trump entre sus bases y entre algunos políticos muy mediáticos que aspiran a sucederle en el liderazgo del movimiento conservador. Sin embargo, esta estrategia puede resultar contraproducente para las aspiraciones electorales del partido, ya que puede alejar a los votantes moderados e independientes que buscan soluciones pragmáticas a los problemas del país.
El futuro del partido republicano dependerá en gran medida de cómo se resuelva esta crisis interna y de si se impone una visión más moderada y cooperativa o una más radical y confrontativa. De ello dependerá también el futuro del país, que necesita un Congreso capaz de legislar y un Gobierno capaz de gobernar.
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