Ya no queda nada de las virtudes de Don Quijote, ni de la lealtad, sentido común y mesura de Sancho. No hay mas Dios que el dinero, ni mas Dulcinea que a quien ves en el espejo, campa la envidia y ya todo es un sin Dios. Muerte de Don Quijote. Grabado de Gustavo Doré En esta vieja, remendada y acuchillada piel de toro hace ya tiempo que murió un hidalgo, ingenioso como pocos, defensor de desvalidos, caballero de triste figura y de lanza en ristre, loco en vida y cuerdo en la muerte, llamado Alonso Quijano y más conocido por todos como Don Quijote de la Mancha. A su muerte, no dejó descendencia, salvo sobrinos y primos lejanos que presto corrieron a repartir su magra herencia, no sin antes entre ellos haber peleado como leones y aun como hienas por los despojos del finado, como es costumbre en Hispania desde tiempos de Sertorio y de Viriato. Su fiel escudero Sancho Panza, no sabiendo que hacer con su montura, malvendió su Rocinante y con lo que de éste sacó, compró unos gorrino
Déjame ayudarte en adquirir conocimientos útiles para tu vida, aumentar tu influencia y lograr tus objetivos personales y profesionales.