Un hombre tenía un árbol seco. Árbol seco - El conservar un árbol seco trae mala suerte – dijo su vecino. Pero cuando el dueño del árbol lo hubo talado, el vecino le pidió un poco de leña para el fuego. - El viejo sólo quería leña – pensó el hombre enfadado –. Por eso me dijo que derribara mi árbol. Somos vecinos, e incluso así me engaña de esta manera. ¡Esto ya es demasiado! Lie Zi Mas sobre sabiduría china y de Oriente en: http://www.elartedelaestrategia.com/pensamiento_de_oriente.html